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El libro de bolsillo y las bibliotecas, opciones del lector ante la crisis

Algunos libros durante una feria. | DA

EFE | Madrid

La crisis económica ha obligado a cambiar sus hábitos a los lectores habituales de libros, que se han vuelto “más selectivo” y más pacientes, ya que esperan a que el título que quiere leer salga en edición de bolsillo, y han optado por “regresar” a las bibliotecas.

La compra de libros no ha quedado exenta de los hábitos que han tenido que modificar los ciudadanos por la coyuntura económica actual y, por el contrario, se está viendo muy afectada, según han relatado a Efe varios responsables de librerías de la Comunidad Valenciana.

También han señalado que la compra de libros “por impulso” como se daba hasta ahora, “ha desaparecido” y han concretado que muchas personas visitaban las librerías y después de hojear varios títulos optaban por comprar dos o tres libros, incluso hasta cinco.

Ahora, por el contrario, además de disminuir la afluencia de visitantes a las librerías, cuando el comprador se decide “después de dudar mucho y sobre todo comparar precios”, adquiere un libro o como mucho dos.

Los responsables de las librería han contado que desde que comenzó la crisis son numerosos los clientes que cuando quieren comprar un “best seller” preguntan cuando sale el título en edición de bolsillo y han añadido que algunas editoriales especializadas en ese formato adelantan la salida de algunas obras muy demandadas.

Los precios de los libros de bolsillo suelen estar en torno a los 9 euros mientras que las ediciones en formato original (tapas duras) como mínimo doblan ese precio.

La caída de ventas de libros se ha notado sobre todo a partir del primer semestre de 2011, cuando hubo una pequeña recuperación, pero luego se produjo un “descenso significativo” con una tendencia “muy negativa para este 2012″.

En cuanto a las preferencias, no han cambiado mucho, y son las novelas históricas, las policiacas y los libros de autores consagrados los que más se siguen vendiendo, además de las obras de autoayuda que mantienen sus cifras de demanda y la novela romántica que mantiene buenas ventas, ya que su precio suele ser más bajo.

Los lectores, según comentan a sus libreros habituales, optan también por esperar a que les regalen el libro deseado o intercambian los títulos apetecidos con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Incluso “pactan” si se trata de una saga cómo comprarlos para luego intercambiarlos y lograr leerlos todo “sin tener que desembolsar mucho”.

Según los libreros con los que ha hablado Efe hay dos tipos de libros que suponen la cara y la cruz de una moneda: los profesionales y los de oposiciones.

Mientras que los primeros mantienen las cifras de ventas en un nivel similar, los segundos, específicos para las oposiciones, han sufrido una caída “estrepitosa”, tras los reiterados anuncios de que han quedado en suspenso muchas de esas convocatorias.

La crisis también se ha notado, ha indicado a EFE la responsable de una céntrica librería de Valencia, en la publicidad que las editoriales hacen de sus autores con una disminución en los medios escritos y en cuñas de radio y televisión y que centran en la distribución de carteles, sobre todo de “best sellers”.

Pero como el consumidor habitual de libros no puede resignarse a privarse de su vicio lector se ha vuelto a una tradición que estaba algo olvidada: acudir a las bibliotecas públicas.

En los últimos meses, se ha notado un incremento de personas que utilizan ese servicio y se da en mayor medida entre los jóvenes y las personas que “disponen de más tiempo libre” para ir a buscar el título que quieren o rebuscar hasta encontrar algo que le apetezca.

Los responsables de la librerías consultadas por Efe han coincidido también en que el libro electrónico no está suponiendo “por ahora” una competencia, ya que “el papel engancha”.