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El Ros Casares se despide de la elite tras conquistar el sueño de la Euroliga

EUROPA PRESS | Valencia

El Ros Casares anunció mediante un comunicado que deja el baloncesto femenino de elite, una decisión que llega justo dos meses después de que la entidad cumpliera su gran sueño de conseguir el cetro del baloncesto continental, al ganar la Euroliga, la máxima competición del baloncesto europeo.

El adiós del club valenciano supone además el fin de una etapa casi hegemónico en el baloncesto español y es que el Ros Casares ha ganado ocho de las últimas doce ediciones de la Liga Femenina, incluida la última, siete de las últimas once ediciones de la Copa de la Reina y seis de las nueve ediciones que se han disputado de la Supercopa de España.

La entidad fue una de las dos herederas del histórico Dorna Godella, el primer equipo español que se proclamó campeón de la entonces llamada Copa de Europa.

Cuando desapareció en el verano de 1996, su plaza en la Liga Femenina se la quedó el Pool Getafe mientras que sus categorías inferiores se agruparon en el Popular Bàsquet Godella, que creó también un equipo sénior, que en la campaña 1997-98 comenzó a jugar en la máxima categoría del baloncesto español.

En el verano de 1999 la empresa Francisco Ros Casares se hizo cargo de la entidad al adquirir su actual denominación de Ros Casares Valencia.

Después de una temporada de transición, en la que se estrenó en Europa en la Copa Ronchetti, en la campaña 2000-01 empezaron a llegar los primeros éxitos nacionales del equipo valenciano y con ellos las primeras participaciones en la Euroliga.

Al mismo tiempo que consolidaba su hegemonía en España, comenzó a forjarse la obsesión por establecerse en la elite continental y conseguir, a imagen del Dorna Godella, el máximo trofeo europeo.

Con ese objetivo llegó al club Carme Lluveras, que en los últimos años ha sido la directora general del club y su principal responsable, tanto con Francisco Ros, el primer presidente del ‘nuevo’ club, como son su hermano Germán Ros, que lo ha sido en los últimos años.

Antes de proclamarse campeón en Estambul hace unas semanas, el club valenciano rozó el máximo título continental en dos ocasiones, la primera fue en 2007, al clasificarse por primera vez para la fase final de la Euroliga, que se jugaba entonces con cuatro equipos.
Pero en Moscú, tras superar al Bourges francés en semifinales, no pudo dar la sorpresa en la final ante el Spartak.

Tres años después, todo parecía preparado para que el club valenciano lograra el título europeo. El club parecía haber conseguido la ansiada estabilidad y fue el anfitrión de la Final a Cuatro de 2010 en la que se deshizo del Wisla Can Pack en semifinales pero en la que, pese al empuje de una Fonteta con casi ocho mil espectadores, no pudo evitar que el Spartak se proclamara nuevamente campeón.

En la campaña 2010-11, el club sufrió un importante revés deportivo al caer en las semifinales de la Euroliga ante el Perfumerías Avenida de Salamanca, su gran rival en España estos años, ante el que también perdió la Liga, tras haber dejado escapar anteriormente ante el Rivas Ecópolis la final de la Copa.

Después de esa triple decepción, el equipo valenciano confeccionó la mejor plantilla de su historia con el objetivo de recuperar su hegemonía en España y lograr por fin la Euroliga y, salvo un inesperado tropiezo en la Copa de la Reina, lo consiguió, ya que ganó la Euroliga en una final con el Rivas y la Liga ante el Perfumerías.

Pero haber recuperado su carácter dominador en España y haberse convertido en el mejor equipo de Europa, no ha sido suficiente para que el club pudiera seguir adelante y la entidad ha anunciado hoy que deja el baloncesto de elite, aunque continuará con su compromiso con el baloncesto de base.