EUROPA PRESS | Nueva York
La Cámara de Apelaciones del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) ha reducido la pena de uno de los condenados por el genocidio cometido en el país africano en 1994 y ha confirmado las de otros dos condenados, según ha informado Naciones Unidas a través de un comunicado.
El TPIR ha decidido cambiar por 35 años de prisión la cadena perpetua a la que fue condenado el ex militar Aloys Ntabakuze por crímenes contra la Humanidad, genocidio y violar las Convenciones de Ginebra, que versan sobre el Derecho de la Guerra, tras revisar la sentencia original.
Así, el alto tribunal ha aclarado que el homicidio no es un crimen contra la Humanidad, ha rechazado que Ntabakuze sea culpable de todos los crímenes cometidos por los hombres a su cargo y le ha absuelto de la acusación por evitar que un grupo de personas, que finalmente murieron, huyera.
En el caso del también ex militar Ildephonse Hategekimana, el TPIR ha rechazado su apelación y ha confirmado su condena a cadena perpetua por crímenes contra la Humanidad, genocidio, homicidio y violación.
De la misma forma se ha pronunciado en el caso del ex empresario Gaspard Kanyarukiga, condenado a 30 años de prisión por crímenes contra la Humanidad y genocidio por participar en el plan para destruir una iglesia de la prefectura de Kibuye, que terminó con la muerte de 2.000 tutsis.
El genocidio de 1994 comenzó tras la muerte del entonces presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, y de su homologo burundés, Cyprien Ntaryamira, en un ataque contra el avión en el que viajaban, el 6 de abril de dicho año. Como represalia, los hutus emprendieron una matanza que se cobró 800.000 vidas de tutsis y hutus moderados.