EFE | Kinshasa

El rebelde congolés Bosco Ntaganda, que se enfrenta al Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) desde hace semanas, ha reclutado por la fuerza a al menos 149 niños y jóvenes para sus filas desde el pasado 19 de abril, denunció hoy la ONG defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

“Ntaganda sigue cometiendo los mismos crímenes contra niños por los que la Corte Penal Internacional (CPI) demanda su arresto. Los civiles en el este de la RDC corren un grave peligro mientras Ntaganda ande suelto”, dijo, en un comunicado, Anneke Van Woudenberg, una de las investigadoras para África de HRW.

El texto, que incluye testimonios de niños afectados, reclama la implicación efectiva del Ejecutivo de Kinshasa para resolver el conflicto, que, en las últimas semanas, ha enfrentado al Ejército de la RDC con seguidores de Ntaganda, desertores de las Fuerzas Armadas, en la región oriental congolesa de Kivu del Norte.

Estos enfrentamientos han provocado la huida hacia Ruanda de más de 5.000 personas, según la Organización de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), además de miles de desplazados internos.

Ayer, el ministro congolés de Medios e Información, Lambert Mende, aseguró que el Gobierno no descarta enviar al líder rebelde Bosco Ntaganda, en caso de ser detenido, a la CPI.

Esta declaración llegó después de que, este lunes, el fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, emitiera una nueva orden de arresto contra Ntaganda y otro miliciano de la RDC por crímenes de guerra y lesa humanidad presuntamente cometidos en ese país africano.

Es la segunda vez que los fiscales piden el arresto de Ntaganda, al que reclaman desde 2006 por el reclutamiento de niños soldado y otros delitos.

Ntaganda se integró hace años en el Ejército de la RDC al contribuir en la pacificación de Kivu del Norte, tras ayudar a la detención, en 2009, de Laurent Nkunda, exseñor de la guerra y antiguo general del Ejército local.

La RDC está inmersa aún en un proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos, y tiene desplegada la mayoría de las fuerzas internacionales de paz de la ONU, con una dotación inicial de unos 22.000 efectivos.