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La Audiencia Nacional aplica la ‘doctrina Parot’ a otro etarra y aplaza diez años su salida de prisión

EUROPA PRESS | Madrid

La Audiencia Nacional ha decidido aplicar la denominada ‘doctrina Parot’ al preso de ETA Alberto Plazaola Anduaga, por lo que no quedará en libertad hasta el año 2026, según un auto de la Sección Primera de la Sala de lo Penal al que ha tenido acceso Europa Press. Desde el entorno de los presos etarras denuncian que este terrorista debería salir de prisión el 26 de noviembre de 2016 por lo que verá retrasada su salida en diez años.

Actualmente en la cárcel coruñesa de Teixeiro, Plazaola fue condenado el 31 de julio de 1997 como autor de dos delitos de asesinato frustrado y de uno de estragos a un total de 46 años de cárcel. Fue el pasado 2 de abril cuando la prisión se puso en contacto con el tribunal para determinar el cómputo de las redenciones a aplicar a este presos.

De este modo, la Sección Primera –con la postura a favor de la Fiscalía– ha abogado por “aplicar el nuevo criterio jurisprudencial establecido en la mencionada sentencia del Tribunal Supremo 196/2006 (doctrina Parot) al haber despejado el Tribunal Constitucional en sus sentencias desestimatorias del 29 marzo las quejas de inconstitucionalidad sobre la aplicación de dicha pauta”.

La Audiencia Nacional se refiere a la fecha en la que el Tribunal Constitucional acordó avalar la aplicación de la denominada ‘doctrina Parot’ para 25 presos de ETA. Desde entonces la Audiencia Nacional ha aplicado esta medida a otros cinco presos de ETA. Se trata de Asier Ormazabal Lizeaga, Josune Onaindia Susaeta, Juan José Zubieta Zubeldia, Iñaki Zugadi García y el propio Plazaola.

La Doctrina Parot establece que las redenciones de las penas se deben aplicar sobre el total de los años de condena y no sobre el máximo de años de estancia en prisión que en el caso de Plazaola es de 30 años.

En prisión desde 1990

Plazaola ingresó en la prisión madrileña de Carabanchel el 12 de marzo de 1996, al ser extraditado por Francia, pero antes había cumplido condena en el país galo donde fue detenido el 17 de noviembre de 1990. Estaba considerado como un colaborador del ‘comando Araba’.

Fue arrestado en compañía de Carmen Guisasola, en aquel momento responsable de los ‘comandos legales’ de ETA y Roberto Murgiondo, y otra persona. En el vehículo la Policía descubrió abundante información para atentar en Barcelona antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. Entre la documentación incautada se encontraban planos y datos de centros militares, policiales, penitenciarios, así como de empresas de la ciudad Condal.

Fue juzgado en enero de 1997, por su presunta implicación en la colocación de una bomba-trampa en un bar de Escoriaza (Guipúzcoa). Plazaola Anduaga formaba parte del ‘comando Araba’ de ETA, entonces integrado por Juan Carlos Arruti Aizpitarte, ‘Paterra’, María Soledad Iparragirre, ‘Anboto’ -hoy una de las portavoces de los presos–, y José Javier Arizcuren Ruiz, ‘Kantauri’.

En mayo de 1987, decidieron colocar una bomba-trampa en el bar con el fin de intimidar a sus arrendatarios, ya que pensaban que en ese local se traficaba con droga, y, a la vez, causar la muerte a los guardias civiles que acudiesen a desactivar el artefacto.

La noche del 21 al 22 de mayo, Plazaola, ‘Anboto’, ‘Kantauri’ y ‘Paterra’ se trasladaron hasta ese lugar y colocaron la bomba-trampa en la puerta del local, con un temporizador preparado para que hiciera explosión la mañana siguiente.

Después de que los terroristas avisaran al diario “Egin” de la colocación de ese artefacto, efectivos de la Ertzaintza y de la Guardia Civil se trasladaron hasta el lugar. Un sargento y dos guardias civiles lograron desactivar las dos cajas que contenían el explosivo, alejándose del lugar. En el momento de la separación de las dos cajas, a los pocos minutos, el detonador oculto en una de ellas hizo estallar los dos kilos de trilita que componían el artefacto, causando importantes daños materiales.