30 DE MAYO, DÍA DE CANARIAS > la entrevista

“La invasión de trajes ficticios está barriendo a los artesanos”

Juan de la Cruz Rodríguez, autor del libro Los trajes típicos de La Orotava. Historia de un símbolo. / DA

FRAN DOMÍNGUEZ | Santa Cruz de Tenerife

Juan de la Cruz Rodríguez pasa por ser uno de los mejores expertos en indumentarias históricas de las Islas. Este técnico en textiles del Museo de Historia y Antropología de Tenerife (MHAT) conoce como nadie los diferentes entresijos de las vestimentas tradicionales y típicas del Archipiélago. De la Cruz es el autor de varios libros en los que teoriza sobre esta temática, uno de ellos, el que lleva por título Los trajes típicos de La Orotava, será reeditado en junio por DIARIO DE AVISOS en colaboración con la Asociación Cultural Pinolere, la empresa Canaragua y el Ayuntamiento villero. En una jornada como la de hoy, el Día de Canarias, resulta más que apropiado cotejar la opinión de un especialista acerca de unos de los símbolos de identidad de las Islas.

-¿Sigue vigente el interés de la ciudadanía canaria por las indumentarias tradicionales o típicas?

“Creo que sí. De todas maneras, somos una de las comunidades autónomas más aficionadas a vestir nuestros trajes regionales, tanto típicos como tradicionales. Hay un movimiento, sobre todo de asociaciones y grupos folclóricos, y también de muchos particulares, que tiene especial interés en vestir las indumentarias de una manera correcta, siguiendo los cánones que hemos podido pautar a través no sólo de publicaciones y de las muestras que hemos organizado en el museo, sino también del apoyo de los ayuntamientos que, a la hora de celebrar elecciones de romera o de cualquier acto similar, se preocupan de seleccionar el jurado adecuado”.

-¿La distinción entre traje tradicional y traje típico está ya arraigada o todavía existe un gran desconocimiento en esta materia?

“Las personas que están vinculadas a colectivos folclóricos o las que cuidan de sus trajes saben perfectamente lo que es una cosa y la otra. Es muy normal que se usen como sinónimos las dos palabras. Se califica de tradicional a aquellas indumentarias históricas que realmente se vistieron en Canarias por parte de nuestros antepasados. Los trajes típicos son algo diferente, no van de acuerdo con la historia, pueden haber sido producto de un diseño personal, pueden haber sido inventados, o ser transformaciones de trajes tradicionales”.

-Usted es autor de varios libros donde habla en profundidad de estas diferencias, como en la obra Los trajes típicos de La Orotava. ¿Qué aporta en este texto?

“Hoy en día el traje de La Orotava no sólo se ha convertido en el más representativo y más aceptado por la gran mayoría de la sociedad de Tenerife e indirectamente, y no trato de ofender a nadie ni levantar ningún tipo de polémica con esto, también se ha erigido en el atuendo representativo de toda Canarias. De hecho, en la gran mayoría de las ferias de turismo que se celebran en el extranjero el traje que más se ha prodigado y que más se ha vestido es el de La Orotava. En este libro tratamos de desvelar el origen del traje de la Villa, su evolución hasta nuestros días, y también su degeneración. Hoy en día mucha gente lo viste con calzado deportivo: los varones, por ejemplo, muchas veces san un polo en lugar de la camisa. También vemos cómo los chalecos han crecido, cómo se han ido recargando de bordados… Creo que siendo uno de los símbolos más representativos de Canarias, está muy bien que se sepan cuáles fueron sus orígenes”.

-¿Echa en falta una nueva campaña institucional para concienciar a la población a la hora de vestirse con trajes canarios?

“No estaría nada mal. Por ejemplo, lo que la gente llamaba trajes de campesinos se vestían al principio con un rigor; ahora, con el tiempo, se ha convertido en unas indumentarias degeneradas, que se ponen de cualquier manera, y parece que vale todo… Es necesario hacer una campaña de este tipo. Te puedo adelantar que desde el Cabildo se está empezando a organizar algún tipo de acción en este sentido. Han habido cambios y modas que se han generalizado y que la gente asume que eran correctas… Habría que volver a los orígenes”.

-Usted denunciaba hace unos años en este mismo periódico que existía un gran fraude a la hora de elaborar indumentarias de las Islas…

“Por un lado, se ha mejorado porque la gente que se dedicaba a la confección tiene, en general, buenas intenciones. Pero, ahora, tenemos desgraciadamente la invasión de la industria de la confección de China que, por culpa de algunos comerciantes, se ha ido cargando a una gran cantidad de artesanos que intervienen en la elaboración del traje tradicional: los que hacen sombreros de palma, las tejedoras, los zapateros, las bordadoras, etcétera. Todos esos artesanos que pueden ayudar a la economía familiar están siendo barridos por la invasión de trajes ficticios y degenerados que vienen de China, y que algún comerciante avispado y ávido de ganancias fáciles se encargó de introducirlos”.