T. F. | Santa Cruz de Tenerife

La Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a once años de cárcel al entender como probado que el joven que apuñaló a su mejor amigo hasta en trece ocasiones junto al parque de La Granja es reo de un delito de asesinato en grado de tentativa. La sentencia, contra la que cabe recurso, también incluye una prohibición de acercarse a su víctima durante diez años más del tiempo que pase en prisión, según detallaron ayer a este periódico fuentes cercanas al caso. Como recordarán los lectores, esta orgía de sangre -acaecida en horas de la tarde del día 20 de mayo del año pasado- no acabó con el fallecimiento de la víctima gracias a los dos efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que casualmente patrullaban por la capitalina calle de Ganivet y se percataron de lo que acaecía en el interior del Opel Kadett de la víctima.

Allí lo sorprendió el ahora condenado quien, provisto de un cuchillo de 16 centímetros de largo y 6 de ancho, se lo clavó una y otra vez hasta que se vio encañonado por los dos agentes. Felizmente, la mayor parte de las heridas sufridas por la víctima fueron en los brazos y en los muslos, aunque algunas las recibió en cuello, cráneo y tórax, sin que afectaran a órganos vitales. La sentencia supone un refrendo a la actuación de la acusación particular, a cargo de la letrada María Jesús Borges, ya que la pena impuesta es superior a la propuesta por el Ministerio Fiscal -9 años-, por los 12 solicitadas por aquella.

Señalar que el acusado se declaró inocente durante la vista oral, aunque explicó a duras penas por qué llevaba adhesivos en las yemas de sus dedos a buen seguro para ocultar sus huellas, como apuntaron los policías.