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Rivero mira con “confianza” el futuro pero reitera su petición de un sistema canario de financiación

presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, durante su discurso en el acto de entrega de los Premios Canarias. | EFE

V.M. | Santa Cruz de Tenerife

Absolutamente sobrio e institucional. Así fue el discurso que el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, dio con motivo del acto de entrega de los premios y medallas de Canarias en el Auditorio Adán Martín de Santa Cruz de Tenerife. Atrás quedaba la bulla que lo recibió poco antes de las 20.00 horas cuando unas centenas de trabajadores públicos le recriminaban sus recortes.

De forma muy distinta, Paulino Rivero también criticaba otros recortes: los del Gobierno nacional. Como solución volvió a reiterar una petición ya casi clásica: “Un sistema de financiación específico” para las Islas que “nos coloque a la par que el resto de comunidades autónomas para, entre otras realidades, poder costear la sanidad, la educación y las políticas sociales”.

Para empezar su alocución, que tuvo lugar tras la entrega de estas distinciones, una gran frase cargada de realismo: “Este Día de Canarias no se parece a ningún otro. Éste no es un 30 de mayo como los anteriores. Y no lo es porque Canarias está afrontando el momento más difícil de su andadura autonómica”. El presidente reconoció que la crisis azota de manera dramática a los canarios y se puso una triste aunque realista medalla: “A finales de 2007 fuimos los primeros en mirar de frente a la crisis. Los primeros en emprender medidas para plantar cara a la situación. Las dificultades no nos cogieron por sorpresa. Pero, como a nadie se le escapa, la crisis desbordó las previsiones no ya de las Islas sino del mundo desarrollado”.

Unas medidas cuyos frutos no se pueden publicitar tanto a tenor del 32 por ciento de paro que vive el Archipiélago. El presidente tuvo palabras para los desempleados: “Me dirijo en primer lugar a quienes peor lo están pasando porque son nuestra principal preocupación. A todos, y especialmente a ellos, les digo que no vamos a rendirnos. Vamos a seguir moviendo cielo y tierra para mejorar las cosas, para sobreponernos a la crisis y remontar el vuelo”.

Paulino Rivero remarcó que “a pesar de las dificultades, en 2011 hemos logrado un crecimiento tres veces superior al del Estado, con incrementos en las altas de la Seguridad Social y en el número de ocupados” aunque matizó que “esos buenos datos no han bastado. No es suficiente. A pesar de que Canarias está cumpliendo, mantenemos una más que preocupante tasa de paro”. Eso sí, luego aportó un motivo para la esperanza al recordar que “estamos haciendo bien nuestra tarea, como así lo ha admitido recientemente el Ministerio de Hacienda. Un reconocimiento que habla de la solvencia de nuestra comunidad autónoma, de una fiabilidad que es mérito no solo del Gobierno, sino de los cabildos y ayuntamientos, o de los agentes económicos y sociales; en definitiva, de la sociedad en su conjunto”.

El presidente sabía muy bien que tendría un recibimiento ruidoso y no olvidó tener unas palabras de agradecimiento con los trabajadores de las empresas públicas por los sacrificios que están haciendo. Eso sí, anunció que “tendremos que ir a más. Debemos seguir redefiniendo prioridades y avanzar en la racionalización de los organigramas y servicios. Por esto seguiremos impulsando tantas medidas como sean necesarias para garantizar el acceso de todos los canarios, vivan donde vivan, a los servicios públicos”. También tuvo palabras para los problemas de transporte y no olvidó nombrar la situación de El Hierro en estos días y prometió trabajar para corregir problemas.

Hubo también mensaje tanto para el Gobierno de Mariano Rajoy como para el ministro canario José Manuel Soria y su apuesta por que la compañía Repsol encuentre petróleo en Canarias. Con respecto a Rajoy dijo que “Madrid debe reconsiderar algunas decisiones porque de otra forma estará alimentando la pérdida de convergencia con el resto del Estado. O, dicho de otra manera, estará propiciando que Canarias se aleje de España” y pidió más entendimiento. El mensaje a Soria fue mucho más sutil pero, estaba claro, al hablar del “modelo económico capaz de garantizar el respeto a nuestros valores naturales” a lo que añadió que “vamos a seguir plantando cara a los que pretenden poner en peligro nuestra biodiversidad”.