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Territorio sinfónico > Ramiro Cuende Tascón

¡Como éramos pocos parió la abuela! Lo de la administración del territorio de Canarias, su ordenación, y su legislación es para llorar.

Hace algo más de un año y medio, el 14 de octubre del 2010, el BOC publicaba e invitaba a participar en el trámite de un anteproyecto de ley de armonización. Pues bien, el pasado 16 de marzo del presente, se nos vuelve a someter a la misma e ineficaz tortura en el BOC, para que se alegue lo que se estime por oportuno al, ahora, anteproyecto de ley de armonización y simplificación en materia de protección del territorio y de los recursos naturales, supuestamente de Canarias.

Se preguntará ¿por qué duda de esa forma tan soez? Siempre lo mismo ¡Este Ramiro, tiene cada cosa! Hete aquí que leyendo el anteproyecto me encuentro en sus anexos I y II, lo que sigue; umbrales determinantes del sometimiento de proyectos a evaluación de impacto ambiental, etcétera, tarará tarará tarará…; las explotaciones de depósitos ligados a la dinámica actual fluvial y fluvio-glacial -suena a dentífrico-, también, los dragados fluviales, las instalaciones para la gasificación de carbón y pizarras bituminosas ¡Toma ya! La construcción de vías navegables y puertos de navegación interior y las pistas de esquí, remontes… No sigo para no aburrir.

Canarias no merece esto, y, menos a estos que nos someten, una y otra vez, a sesudos y cortos trámites -15 días-, repetidos e inútiles, visto lo visto. Resumiendo, se trata del mismo texto recortado, y, lo, que me hace pensar como pienso, es que no recoge ni una sola coma de lo contenido en las aportaciones de la ciudadanía en el trámite anterior. Este sandio absolutismo, de los castos, es el que nos tiene manga por hombro en una materia tan importante para las islas, como es, nuestro territorio y nuestra naturaleza.

Son tan triviales, que entre col y col ya se sabe. Me explico: para lo que han usado este reiterativo documento es para desmontar lo poco que sirve, para crear un mundo, una vez más, de buenos y malos ¿los buenos?, ellos y sus representados ¡Faltaría!

No sé quien o quienes son los artífices del, requetequeté, anteproyecto de marras, lo firma el Consejero Berriel. Lo cierto es que no aportan nada digno de resaltar, más al contrario, la lían más, generan nuevas cargas y terminologías -esto les encanta-, y, eso sí, la mediocridad tiende a buscar culpables. En este caso, los reos son los equívocos redactores a los que cargan con el gravamen de los retrasos ¡Qué te parece!, siempre se rompe por el lado más débil. Continuará.

Ángel González te releo, gracias. Yo, mojado todavía de sombras y pereza, –escribiendo-sorprendido y absorto en la contemplación de todo aquello que, en unión de mí mismo, me sorprende cada mañana.

¡Así nos va, sorpréndase!