DAVID SANZ | Los Llanos de Aridane
“En el pago de La Laguna se ha constituido oficialmente la Sociedad de Instrucción y Recreo Velia, con el esfuerzo de un grupo de jóvenes deseosos de que en un sitio tan atrayente aparezca una entidad social donde el pueblo pueda distraer sus ratos de ocio a la misma vez que cultivar su inteligencia con la lectura de buenos libros que se pondrán en en su biblioteca”.
Así recoge DIARIO DE AVISOS, en su edición del 27 de marzo de 1933, el nacimiento de esta institución que todavía sigue siendo el núcleo central sobre el que gravita la vida social, cultural y festiva del barrio de La Laguna.
Lo cierto es que la institución había nacido un año antes, en 1932 y su origen se encuentra en las obras de teatro que “se ensayaban en las lonjas de doña Rosario”, una vecina que fue vital en el origen de este proyecto cultural y a quien se considera la fundadora. El actual presidente de la institución, Marcelino Ramírez Hernández, recordó que la denominación de la Sociedad procede de la obra de teatro en la que estaban trabajando en ese momento, “la comedia Velia”, de la que no se ha conocido el texto. El actual local se construyó en un solar que vendió Rosario Fernández “en 600 pesetas para pagarlo en varios plazos”, según recordó el presidente.
Marcelino Ramírez destacó el papel promotor que jugaron las mujeres en esta institución. Un protagonismo que se vio truncado formalmente con el franquismo, donde a las mujeres se les vetaba el acceso a estos puestos de responsabilidad. Con todo, su papel siempre ha estado presente, como su pasión por el teatro. Tal fue la importancia que jugó la promotora de la Sociedad Velia, Rosario Fernández, que incluso se llegó a proponer en el Ayuntamiento de Los Llanos que La Tarangaña, un inmueble de carácter histórico del barrio, se convirtiera en un centro cultural que llevara por nombre Rosario Fernández, como homenaje a la fundadora de la Sociedad Velia.
Lamentablemente, La Tarangaña hoy en día se encuentra en mal estado de conservación y apenas se puede apreciar el valor arquitectónico que reviste esta casa que sirvió en su momento de escuela, salón de bailes, colegio electoral, sede de actos religiosos y, en 1949, cobijó a familias afectadas por el volcán de San Juan. La Sociedad sigue siendo el motor sociocultural de La Laguna gracias al esfuerzo de personas como su presidente, quien además es un amante de la etnografía.