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Canibalismo > Jorge Bethencourt

Los intestinos de Coalición Canaria, como todos los intestinos del mundo, están habitados por bacterias. Sólo que en vez de facilitar la absorción de sustancias nutrientes para el cuerpo político, se han convertido en productoras de material electoral descompuesto.

Por resumir mucho, el nacionalismo moderado canario se ha distanciado de los ciudadanos, se ha enfrentado con gran parte de los medios de comunicación y ha creado un sistema que favorece a una corte de mediocres, además de recabar apoyos mediáticos tan mercenarios como efímeros. Por otra parte, nada nuevo que no hayan hecho otros partidos. Pero decepcionante.

Lo nuevo es el canibalismo. Porque Coalición se debilita desde dentro. Desde el feudalismo de líderes que no se entienden. Desde la ausencia de una referencia de poder interno respetada por todos.

Desde las rivalidades y los desacuerdos, los mensajes y las indirectas que incluso se hacen públicas, disfrazadas de una falsa cortesía. En el PSOE también tienen lo suyo, pero están a años luz de tener tantos gallos en el corral. Y en el PP sólo hay un gallo que está en Madrid. Cuando la crisis obligue a este Gobierno al despido de empleados públicos, la última línea Maginot de la estabilidad emocional de un país de burócratas, al PSOE le va a entrar prisa por salir del pacto. Por dejar sola a Coalición en la dolorosa tarea de gestionar la liquidación y cierre del negocio. Y los nacionalistas se van a quedar en un Gobierno en minoría como un churrasco sometido a dos fuegos, el del PP, por arriba, que le va a tostar hasta el pelo de las orejas, y el del PSOE, por abajo, que criminalizará todas las dolorosas medidas que se van a tener que aplicar en Canarias.

Ni el respeto de José Miguel Pérez por la lealtad, evitará que rehúse acompañar a Paulino Rivero, con la cruz de los recortes a cuestas, por el camino de un Gólgota inevitable.

Sólo en un tiempo tan mentecato como este se le puede dar importancia al escenario de los congresos de CC y PSOE. Poco importa, más allá del morbo, quién gane el pulso interno. La hecatombe social que se está gestando fuera de esas agencias de colocaciones que son los partidos, está más allá de quiénes sean sus dirigentes.

El agua del charco sigue bajando y los peces casi no caben. Dentro de unos meses, Canarias será como un asadero y el Gobierno una parrilla donde se carbonizarán los que se queden. Al tiempo.

Twitter@JLBethencourt