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El Banco de España avisa de que bajar cotizaciones y subir el IVA podría ser contraproducente para el déficit

EUROPA PRESS | Madrid

El Banco de España advierte de que bajar cotizaciones a la Seguridad Social y subir el IVA “podría ser contraproducente” para reducir el déficit público español, según se desprende del ‘Informe Anual 2011′ del organismo supervisor.

La institución avisa de que esta medida tendría un impacto “limitado, tanto en el tiempo como en su alcance potencial”, de cara a que la economía española “recupere la competitividad perdida durante el periodo 1996-2007″.

En su opinión, la llamada “devaluación fiscal” podría ser contraproducente “cuando el sector público se enfrenta a perentorias necesidades de reequilibrio, ya que sobre él pesan importantes pasivos implícitos como resultado de los potenciales efectos de la demografía sobre el saldo financiero de la Seguridad Social”.

El Banco de España asegura que no se puede sustituir la “necesaria flexibilidad en la formación de costes y precios” por una reducción de las contribuciones a la Seguridad Social combinada con un incremento del IVA en aras de que el país sea más competitivo.

Pese a que no le convence la combinación de bajar cotizaciones y subir el IVA, el Banco de España insiste una vez más en la necesidad de diseñar medidas adicionales por si se producen desviaciones en las previsiones de los Presupuestos de 2012, centradas en nuevos recortes del gasto corriente y nuevas medidas tributarias en el ámbito de la imposición indirecta, que genera menos efectos distorsionadores sobre el crecimiento y la asignación de recursos.

Recuerda que los presupuestos no se encuentran exentos de riesgos desviación, ya que la recaudación prevista estará condicionada por la efectividad de los cambios aprobados hasta ahora, mientras que no se puede descartar una evolución negativa de algunas partidas de gasto, como las prestaciones por desempleo o las pensiones.

En este sentido, resalta la necesidad de realizar una ejecución “muy rigurosa” de las cuentas y de aplicar “rápidamente” los mecanismos que permitan detectar con suficiente antelación la eventual aparición de desviaciones para que puedan compensarse.

Así, repasa la desviación de déficit que se produjo en 2011 que, a su parecer, desvela los fallos que se producían en el sistema de seguimiento, por lo que considera necesario disponer de información “puntual y adecuada” sobre la ejecución presupuestaria para corregir a tiempo las posibles desviaciones que puedan surgir.

Pide una aplicación “rigurosa” de la Ley de Estabilidad

En este sentido, cree que la Ley de Estabilidad supone un “fortalecimiento” del marco presupuestario nacional y que su contenido se encuentra en “plena sintonía” con las recientes reformas comunitarias. “Su aplicación debería mejorar de forma significativa la transparencia de actuación de las administraciones públicas”, señala.

Así, invita a una aplicación “rigurosa e inmediata” de la Ley, porque resultará “crucial” para asegurar el cumplimiento de los objetivos, sobre todo en cuanto a los mecanismos de seguimiento y control, así como los destinados a hacer cumplir los objetivos establecidos.

En cualquier caso, asegura que los nuevos objetivos de déficit pactados con Bruselas se deben cumplir “de forma estricta” para

conseguir, entre otras cosas, que no se supere el límite del 60% de la ratio de deuda pública sobre el PIB en 2020, como marca la ley.

Exportaciones y competitividad

En el capítulo dedicado a la competitividad, el informe anual del supervisor explica que ésta pasa por la exportación, ya que la crisis ha provocado en España una caída de la demanda interna.

“Para que las exportaciones sean competitivas hace falta una adecuada flexibilidad en la formación de precios y salarios, sobre todo en un contexto en que la recuperación de la competitividad debe hacerse en paralelo con una corrección del exceso de endeudamiento privado que lastra las posibilidades de mejora de la demanda interna”, explica el estudio.

En este sentido, el Banco de España resalta que esa “devaluación interna” requiere una regulación laboral “que no obstaculice el recurso a modificaciones de salarios y de las condiciones de empleo como mecanismo de respuesta a la caída de la demanda interna”.

En el caso del ajuste salarial, el informe indica que si éste es capaz de disminuir los costes de producción de los bienes internos y conseguir márgenes de beneficios constantes, el impulso a las exportaciones vendría inducido por el descenso de los precios relativos.

La adaptación de salarios redunda en más estabilidad laboral

El organismo supervisor considera que la mayor capacidad de adaptación de los salarios “redunda en una mayor estabilidad del empleo que se traducirá en una mejora de las expectativas de renta futura, que contribuirá también a impulsar la demanda interna”.

El informe anual indica que si se mantiene la moderación salarial y de los márgenes de beneficios, “el aumento de la demanda relativa de productos nacionales inducido por la reducción de precios o por las mejoras de calidad conduciría a un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) y del empleo”.