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El Banco de España constata el incremento “adicional” en los intereses de los nuevos préstamos

EUROPA PRESS | Madrid

El Banco de España constata que los tipos de intereses aplicados por las entidades financieras en las nuevas operaciones de crédito a empresas y familias han sufrido un “incremento adicional” en lo que va de año, después de registrar aumentos de entre 0,4% y el 0,6% durante 2011.

Eso sí, en el boletín anual del supervisor, el último bajo mandato de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, matiza que estos incrementos en los intereses de los préstamos han sido “algo menores” que la subida del pasado ejercicio.

“Los criterios de concesión de fondos habrían registrado un cierto endurecimiento adicional, más intenso en el último trimestre de 2011, y los márgenes se habrían ampliado significativamente”, explica.

El supervisor también pone el énfasis en que la acentuación de la crisis de la deuda soberana en Europa se tradujo en un “endurecimiento” de las condiciones de financiación de la economía española. En este sentido, avisa de que las elevadas primas de riesgo soberano han acabado repercutiendo de “forma progresiva” en las familias y las empresas.

En concreto, apunta que esta traslación de las dificultades se ha materializado tanto con un mayor coste de los préstamos como por las restricciones cuantitativas. “La duración de la contracción del crédito dependerá crucialmente de la capacidad de la economía para restaurar la senda del crecimiento sin pivotar sobre la financiación ajena”, condiciona.

El Banco de España además prevé que el desanpalancamiento de las empresas y familias se vea dificultado por el contexto de recesión que se prevé para este año.

“La fragmentación en los mecanismos de gestión y resolución de crisis financieras en la UE han supuesto un efecto desestabilizador adicional”, considera el Banco de España, para después subrayar que con el apoyo de los Estados a sus sectores financieros “los problemas se agudizan”.

Posible aumento de la morosidad

El Banco de España advierte de que las políticas fiscales contractivas para solventar los problemas de sostenibilidad de las finanzas públicas derivan “a corto plazo” en una menor actividad económica que puede traducirse en un aumento de la morosidad de los préstamos al sector financiero.

Y constata además que el deterioro de la economía y las “dificultades” para completar el proceso de revisión de la gobernanza europea contribuyeron a mantener los “problemas” de la confianza en la banca española.

El regulador calcula que el volumen total de ayudas para sanear el sector financiero español alcanza 20.072 millones de euros hasta mayo de este año, cifra que no incluiría el plan de recapitalización de 19.000 millones de Bankia ni los 4.465 millones en participaciones preferentes de su matriz Banco Financiero y de Ahorro que el Estado ha decidido convertir en acciones.

Episodio singular “de tensión” con Bankia

En este sentido, considera que los decretos de saneamiento de las carteras de crédito promotor tanto problemático como sano significa la adaptación a una “realidad cambiante”, con un “episodio singular de tensión” por la crisis de Bankia.

Para ayudar a la financiación de la economía y evitar la restricción del crédito estima que serán necesarios mecanismos alternativos como el ICO en el “corto plazo”, con el fin de corregir los “fallos del mercado”. “No debe olvidarse que este tipo de políticas no pueden suplir el papel de un sistema financiero”, avisa.

Sobre el ajuste en el sector, cifra en alrededor un 11% el recorte en plantillas y en un 13% la reducción del número de oficinas bancarias desde diciembre de 2008 y hasta el mismo mes de 2011.