turismo >

“El envejecimiento de la población marcará el perfil del turista del futuro”

JOSÉ LUIS CONDE | Adeje

Marín, junto a Jaime Reig, director de Banca March para Canarias. / DA

Ofelia Marín Lozano, directora de Análisis de Banca March, se reunió días atrás, en el hotel Jardines de Nivaria, en Adeje, con un grupo de representantes del sector turístico canario para explicarles cuál es el perfil del turista del futuro. Dice Marín que hay dos tendencias inexorables: una de ellas es el envejecimiento de la población y otra la polarización de las rentas, con una disminución de las clases medias.

-¿Cómo cree que será el turismo del futuro? ¿Considera que estamos preparados para recibirlo?

“Esta es una pregunta crucial. Nosotros pensamos que hay dos tendencias inexorables que van a marcar el perfil del turista. La primera es el envejecimiento de la población. Será un turista mayor, y la segunda es la polarización de rentas. Es decir, habrá menos clase media. La media alta pasará a ser alta y la media baja pasará a ser baja. Hay que tener en cuenta dos datos: en los países occidentales tenemos el 22% de mayores de 60 pero mirando hacia el año 2.050 habrá probablemente un tercio de la población que tendrá más de 60 años. De hecho, en algunos países occidentales de la vieja Europa, como España, el porcentaje será superior. Europa seguirá siendo el continente del cual recibamos el 80% de los turistas. Por tanto, tendremos turistas más mayores que necesitarán infraestructuras sanitarias, de calidad, próximas al lugar de destino, que querrán buenas carreteras para acudir a los centros de salud, un buen hospital con plazas disponibles en temporada baja. Buscarán un turismo médico para mejorar su salud y será más gente de la que hoy acostumbra a viajar a hoteles buenos pero tendrán menos dinero que antes. Habrá que estar preparados para ofrecerles viajes, con y sin subvención pública, porque serán muchos más, la mayoría jubilados, pero no parecen que las subvenciones públicas vayan a ir a más”.

-¿Cuál es la otra tendencia que marcará el futuro?

“La segunda tendencia es la polarización de rentas, que quiere decir que habrá más gente con mucho dinero y poco tiempo para gastar. Pero habrá mas gente con mucho tiempo, pero poco dinero, que querrá viajar e ir a hoteles con piscina. Por lo tanto, es muy probable que aumente el turismo de lujo y, por otro lado, el de los mayores a los que tendremos que ser capaces, como nunca, de ofrecer buena relación calidad- precio, y siempre recordando que la clave en el sector turístico es un buen servicio y una sonrisa, que es lo que hace que la gente repita”.

-¿Qué tienen que hacer los hoteleros canarios para adaptarse a este turismo del futuro?

“Nosotros creemos que Canarias está bien posicionada. Por un lado, hay algo innegable que es este clima que se adapta a que sea un destino turístico abierto todo el año. Es una especie de Caribe para toda Europa y tiene una infraestructuras sanitarias de calidad, lo cual es muy bueno. Además tiene turismo de lujo”.

-¿Qué problema tenemos?

“La competitividad en precios y que los competidores son los más agresivos del mundo. Vivimos en una zona, Canarias, que es Atlántico, pero la cuenca del Mediterráneo, Turquía, Egipto, Marruecos y Croacia han multiplicado su número de turistas por cuatro en quince años, mientras que España en su conjunto ha crecido más del 60%. Lo estamos haciendo bien, pero otros lo hacen mucho mejor.

-¿Qué podemos cambiar hoy para mejorar mañana?

“Nuestros competidores parten de unos costes que son incomparablemente más bajos, tanto los laborales como los inmobiliarios. Nosotros tenemos que competir con precios. Canarias tiene que mantener la calidad y esa voluntad de servicio y esa sonrisa de que haya gente en el hotel capaz de resolver cualquier problemas que ocurra. También desde el punto de vista de las autoridades españoles tiene que competir con lugares con problemas de fanatismo religioso e ideológico, pero sin embargo en precios son muy difíciles de batir. Por lo tanto es necesario que dotemos a los hoteleros de toda la flexibilidad posible. En cuanto a la reforma laboral, al uso de los hoteles, aunque a lo mejor es un poco tarde, en la ley de costas, todo es poco porque partimos de una inferioridad clara de condiciones y lo que está claro es que el hotelero español necesita rentabilidad. Esto quiere decir que si España tiene problemas de rentabilidad saldrá al exterior como lo hizo en su día y seguirá haciéndolo. Yo considero que hay que intentar que esa marcha al Mediterráneo, si es inevitable, no sea un desplazamiento de la inversión y de turistas sino que sea una suma. Es decir, que no se vaya el dinero ni los turistas”.

-La primavera árabe desplazó turistas a Canarias. ¿Seremos capaces de fidelizarlos?

“La primera árabe tuvo claros beneficios para nosotros. El turismo cayó en Egipto más del 30% y también afectó bastante a países como Túnez. Egipto mantenía el récord mundial de incremento de la demanda al haber aumentado el número de pernoctaciones por siete en los últimos 15 años. Por tanto creo que no hay que menospreciar al enemigo. En cuanto los turoperadores renueven su infraestructura, Egipto seguirá preparado para recoger turistas, antes tenían 15 millones. Y ahora empiezan a recuperar a tasas relevantes del 30%. Si esta velocidad se mantiene en dos años pueden recuperar lo perdido. Esto nos afecta también. Es verdad que esos países no ofrecen la estabilidad que actualmente tiene España ya que cada vez que convoquen elecciones puede aumentar la conflictividad social y esto nos puede favorecer. Las armas por las que debemos apostar nosotros son las del buen servicio, nunca hay que olvidarlo, mantener la calidad, y prepararnos para ese turismo del futuro”.