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El Servicio Madrileño de Salud pagará 180.000 euros a una mujer desfigurada por un retraso en diagnóstico

EFE | Madrid

El Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ha sido condenado a indemnizar con 180.000 euros a una mujer de 34 años a la que se diagnóstico con retraso un tumor que le provocó, entre otras lesiones, la pérdida del ojo izquierdo y de varias piezas dentales.

Según ha informado el Defensor del Paciente, que ha representado a la joven en la demanda, la sección novena del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha considerado que la asistencia que se dio a la paciente fue “deficiente” por parte de su médico de atención primaria, su oftalmólogo y su otorrinolaringólogo.

Los hechos se remontan a mayo 2006, cuando la paciente, de 34 años, acudió al médico de atención primaria en el Centro de Salud Avenida Daroca de Madrid, por un cuadro de lagrimeo, obstrucción y hemorragias nasales de varios meses de evolución.

El médico decidió derivarla al oftalmólogo, que descartó un problema del lagrimal, tras lo cual la paciente regresó al medico de atención primaria, que le diagnosticó una alergia.

Ya en julio de 2006 la joven acudió al oftalmólogo, quien le pido una dacriocistografía (radiografía con contraste de las vías lagrimales), aunque sin carácter urgente, por lo que fue citada para enero de 2007.

Durante la espera tuvo que ser atendida en urgencias al sufrir un empeoramiento, con lagrimeo en el ojo izquierdo, repetidos episodios de hemorragia nasal y obstrucción nasal bilateral, lo que se asoció a una deformidad nasal y alteraciones de la visión, sin considerarlo urgente, por lo que la derivaron de nuevo a su otorrinolaringólogo.

Éste, tras explorarla, le diagnosticó una formación polipoidea en la fosa nasal izquierda, y fue citada para una tomografía computerizada para febrero de 2007.

No obstante la paciente decidió acudir al servicio de urgencias del Hospital de Guadalajara, que tras una completa exploración, la derivó de manera urgente al Hospital de La Princesa de Madrid, donde el 12 de diciembre de 2006 comprobaron que tenía una tumoración agresiva.

Finalmente, el 26 de febrero de 2007 -diez meses después de su primera visita al médico- fue intervenida para extirparle el tumor, que había crecido significativamente y había afectado a masa ósea y al ojo izquierdo.

De hecho, la operación precisó la destrucción de estructuras faciales y la extirpación del ojo.

La sentencia del TSJM considera que los facultativos que atendieron a la joven “no pusieron a su disposición todos los medios diagnósticos y de tratamiento que razonablemente aconsejaban los síntomas” que presentaba.

“El retraso en el diagnóstico del tumor que se padecía supuso una extensión de la tumoración con una mayor afectación de estructuras que hubieran podido evitarse si se hubiera realizado un tratamiento más temprano en el tiempo”, sostiene el fallo.