NICOLÁS DORTA | Guía de Isora

El turismo rural es una de las opciones que se barajan para fomentar la actividad económica en Chirche. Algunos vecinos restauran sus casas para alquilarlas a los extranjeros que quieren pasar unos días lejos del ruido. Es el caso de Rodolfo Rodríguez y Dévora Afonso, que viven en una bonita casa, justo al lado de la que tienen en renta. De un garaje o salón han construido un acogedor hogar de dos pisos, con balcón “como los de antes”, y una chimenea de leña.

Rodolfo preparaba esta semana las camas para los que vengan y ante todo pide limpieza. La misma que el ofrece a sus huéspedes, que cuentan con todo lo necesario. Este joven vive hace cuatro años en Chirche pero siempre ha estado vinculado con el pueblo por su familia. Su madre, María Carmen González, es una vecina muy conocida en Chirche. Su hermano, José Vidal también ha adquirido otro inmueble que ha restaurado de buena manera, aunque no está dedicado al turismo rural.

Internet es uno de los medios que utiliza Rodolfo para promocionar su vivienda, ubicada en la calle principal, frente la casa de Los Mesa. El trabajo con los turoperadores también da algunos resultados pero el turismo rural tampoco es para hacerse rico. “Unos ingresos extras, pero no suficientes para lo que hemos invertido en esta casa”, explica el propietario.

Como otras personas en Chirche, Rodolfo recibió una subvención europea que le permitió acometer sobre el 30% del trabajo y “meter a camino” la casa. El resto es de su bolsillo. Hace unos diez años que comenzó con esta actividad del turismo rural y han pasado muchos turistas por la casa de al lado. Restaurar una casa lleva mucho trabajo y sobre todo paciencia. Debes ser amañado y esperar “cualquier imprevisto que te surja”, recalca.

En estos momentos la actividad ha decaído y a algunos les va mejor que a otros. La de Rodolfo es de las pocas casas en Chirche que ahora se dedican al turismo rural. Antes había más personas interesadas, pero al parecer no es tan rentable como en un principio se preveía. Depende de como se gestione.

La Casa del Abuelo, construida de piedra a finales del siglo XVIII, era otra de las que acogía extranjeros. Es muy bonita y se ubica justo al lado de Los Mesa.

También, aunque más abajo, en Aripe, está La Vistita. Se trata de una atractiva casa que hace esquina y tiene unas buenas vistas. Su propietario, Luis Mesa, dice que la semana que viene vendrán dos extranjeros más y que durante todo el año este inmueble se puede mantener económicamente “si tienes una buena ocupación”. Ahora entre el 70% y el 80% son alemanes, en busca de tranquilidad.

Camino a Tágara

El senderismo es otro de los atractivos que genera el turismo rural. Desde Chirche se puede acceder a numerosos caminos que dan a Las Cañadas, Boca Tauce, a Tágara o la galería de La Madre. En la plaza del pueblo queda bien indicado el camino tanto para turistas como residentes.

En el recorrido las vistas son excelentes sobre el Barranco de Tamuja, Pico Viejo, la montaña de Tejina, en medio de una naturaleza copada por pinares con ejemplares centenarios, marcados por la extracción de brea.