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Huelga en hostelería > Juan Henríquez

De momento prefiero calificarlo de disonancias entre empresarios y sindicatos en la negociación del Convenio de Hostelería de Tenerife. Lo digo porque me cuesta pensar que se pueda generar un conflicto, incluyendo la convocatoria de una huelga sectorial para el próximo mes de agosto, teniendo en cuenta las distancias mínimas que les separa, en relación a las peticiones que mantienen las partes en la mesa de negociación. Aunque, analizadas por mi parte las circunstancias generales en las que se encuentra el sector, con el añadido de las cifras tan dispares que manejan unos y otros, he llegado a la conclusión de que existan razones más allá de las puramente reivindicativas, de carácter exógenas o colaterales, que son las que en realidad están impidiendo el acuerdo. Entre otras. la crisis que sacude con virulencia a empresas y empleo, la subida de impuesto (IGIC) o la demoledora reforma laboral aprobada por el PP.

Mi experiencia en la negociación colectiva, me dice que una oferta como la realizada por los sindicatos a la patronal es poner los pies sobre la tierra, dándole prioridad al empleo frente a los incrementos salariales.

Hablan de una subida del 0,5% para el 2012, con un compromiso de empleo equiparable al 2% de la masa salarial sectorial, en el caso de que los indicadores del INE en 2012 superen la media de los mismos en los años 2010-2011 y, para el caso de que no se aceptara el compromiso de empleo, una revisión garantizada del 2,5% para el año 2013; pues a esta moderación sindical el presidente de Ashotel, Jorge Marichal, califica a los sindicatos de “irresponsables”, “que están equivocados” y “no están haciendo lo que tienen que hacer”. ¡Fuche!

La diferencia está en que los sindicatos han demostrado su solidaridad con los que no tienen trabajo, mientras que los empresarios aprovecharon el viaje de la crisis para ajustar las plantillas a la mínima expresión, lo que ha producido sobrecargar el 100% de la productividad sobre las espaldas de la mitad de la plantilla; y lo peor es que se han producido vientos favorables en la llegada de turistas, y esas plantillas no se han vuelto a recuperar. A nadie debe extrañar que la oferta turística que hoy ofrece Canarias, y Tenerife, esté bajo mínimos en calidad, y a precios de saldo.

Cuando se suben los impuestos a los trabajadores, se dice aquello de: “era necesario para reducir la deuda pública”, y otras mariconadas por el estilo. Pero si se aplican al producto empresarial: “esto es la ruina”, “nos están obligando a despedir a los trabajadores”, “están locos”. Como el perro del hortelano, ni come ni deja comer.

El último dato que quería aportar es el de la reforma laboral de Rajoy. Los sindicatos no deben de estar muy alejados al pensar que la verdadera intencionalidad de la patronal de hostelería es dejar caer el convenio colectivo vigente, según contempla la reforma laboral, para aniquilar la presencia de los sindicatos en el sector y ésta sí que es una determinante razón para ir a la huelga. ¿Acabar con más de 20 años de consenso y paz social? ¡Ojo visor!

juanguanche@telefonica.net