D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

José Miguel Pérez afronta este fin de semana uno de los momentos más decisivos de su carrera política, con el riesgo de ver frustradas sus aspiraciones. El secretario general del PSC-PSOE deberá aprobar tres exámenes para superar la reválida. Son tres votaciones cruciales que marcarán su futuro y el del partido.

Al mediodía de hoy se conocerá la nota que los delegados al duodécimo congreso -en Adeje- le ponen a la gestión de los órganos regionales.

A las ocho de la tarde se sabrá si Pérez está legitimado para pasar de nivel. En este sentido, un apoyo inferior al 60% a la única candidatura se considera un fracaso en toda regla.

Tras una noche que se espera tensa -de nervios y presiones-, a las once y media de mañana se votará la ejecutiva al completo.

Cuatro factores condicional el diseño de la nueva dirección de los socialistas canarios: una amplia renovación, una estricta incompatibilidad de cargos, una clara diferenciación entre las funciones orgánicas e institucionales y la persona que ocupe la secretaría de Organización. En las últimas semanas ha surgido la duda sobre la continuidad de Julio Cruz en una responsabilidad que comparte con la vicepresidencia primera del Parlamento de Canarias.

Concurre, además, la circunstancia de que 11 de los 15 diputados autonómicos del PSOE están en la ejecutiva.

El anterior congreso ordinario del PSC-PSOE se remonta a noviembre de 2008. Entonces fue elegido Juan Fernando López Aguilar. Su dimisión, después de ganar los comicios autonómicos, motivó la convocatoria del extraordinario en marzo de 2010. En esa fecha, José Miguel Pérez se impuso a Manuel Marcos Pérez, que en esta ocasión ha renunciado a disputarle el puesto.