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La fiesta de Taucho recupera antiguas tradiciones locales

DIARIO DE AVISOS | Adeje

El caserío de Taucho se volcó con las tradiciones durante la celebración de sus fiestas patronales, que se hacen todos los meses de junio en honor a Nuestra Señora la Virgen de Coromoto, bajo cuya protección vivieron en tierras venezolanas tantos y tantos taucheros durante los muchos años de emigración que padeció la sociedad canaria en general. Este año, y por vez primera, coincidieron las fiestas patronales con las Jornadas Etnográficas, que obtuvieron una excelente acogida en la ciudadanía adejera y tinerfeña. En esta edición, que era la cuarta, se superó con creces el número de visitantes.

Las Jornadas Etnográficas, dedicadas este año al aprovechamiento forestal, una de las actividades productivas más importante de este caserío y del municipio durante muchísimos años, comenzaron el viernes, 22 de junio, con una charla coloquio en el Club El Almácigo ofrecida por el geógrafo David Delgado y el ingeniero agrónomo José Alberto Gómez.

Este encuentro lo cerró el alcalde de la Villa rindiendo homenaje a los hombres y mujeres que dependían de esta forma de trabajo y, en especial, a dieciséis vecinos del municipio que hicieron del aprovechamiento forestal y del monte su forma de vida. Se trata concretamente de José Luis Rodríguez Rodríguez, Lucas Antonio Rodríguez Rodríguez, Dámaso Álvarez Álvarez, Miguel Álvarez León, Manuel Bello Bello, Pedro Álvarez Ramos, Pedro Díaz Pérez, Blas Álvarez Ramos, Rafael Morales Siverio, Julio Rivero Álvarez, Jerónimo risco García, José Tacoronte Melo, Félix Hernández Álvarez, Benito Fraga Hernández, Rafael Trujillo Martín y Jerónimo Díaz Fraga, este último fallecido recientemente con cien años de edad, por lo que el acto fue también un homenaje póstumo al que fuera “abuelo de Adeje”, según palabras del alcalde. Todos ellos fueron protagonistas de un audiovisual que se proyectó en El Almácigo.

El alcalde destacó el duro trabajo que realizan todos ellos en los montes, “en una época de más miseria y crisis que ahora, algo que nos debe hacer reflexionar a todos ahora”. Por la noche, se descubrió una placa en recuerdo de Bienvenida García Hernández, mujer que donó a finales del XIX los terrenos para la construcción de la ermita.