economía>

La tabaquera asegura que el Estado perdió 1.100 millones por subir los impuestos

EFE | Santa Cruz de Tenerife

La subida de los impuestos del tabaco en la Península Ibérica hizo que la recaudación del Estado en este concepto bajase en 1.100 millones con respecto a 2010, aseguró el director de Asuntos Corporativos de Japan Tobacco International (JTI) Iberia, Miguel Luengo.

Durante una visita a la fábrica que JTI tiene en Santa Cruz de Tenerife, en la que se concentra en torno al 90 por ciento de la producción total de Canarias, donde el pasado año se produjeron 4.600 millones de cigarrillos y casi cien millones de cigarros, y en la que trabajan más de 300 personas.

Miguel Luengo criticó la “voracidad” recaudatoria de los gobiernos al subir los impuestos al tabaco, y explicó que en la Península el 82 por ciento del precio del tabaco es impuestos, y cada vez que el primero sube diez céntimos el socio de la tabaquera, el Estado, se lleva 8,20 céntimos, y comentó que en Canarias se ha comenzado por esa “senda” de aumentar las tasas.

Si la venta de cigarrillos baja el Estado deja de recaudar, y eso es lo que ha ocurrido con la crisis económica, indicó Miguel Luengo, quien aseguró que el consumo no ha bajado ni con el aumento de los impuestos ni con la llamada ley antitabaco.

El directivo de JTI señaló que entre 2001 y 2007 en la Península el precio de los cigarrillos aumentó 55 céntimos, de los que ocho eran impuestos, y en esos años la renta disponible de los españoles para comprar tabaco era el 4,5 por ciento del total, un porcentaje que consideró aceptable.

Según los datos de esta tabaquera que comercializa marcas como Winston y Camel, en la Península fuman más de seis cigarrillos al día el 36 por ciento de los adultos de entre 18 y 64 años, algo que, afirmó, apenas se ha modificado con la crisis económica.

Lo que sí ha cambiado con la crisis es que el precio del tabaco ha subido desde 2007 hasta 2011 un euro y medio, del cual casi uno es de impuestos, y la gente sigue fumando, pero ahora más tabaco de liar y empaquetado pero de contrabando, con lo que el Estado recauda menos, y los ciudadanos destinan a este consumo en torno al 7,2 por ciento de su renta, aseguró Miguel Luengo.

El tabaco de liar es mucho más barato y paga menos impuestos y, al igual que el de contrabando su consumo ha subido un 15 por ciento, según las encuestas de JTI.

En cuanto a la procedencia del tabaco de contrabando que llega a la Península Miguel Luengo indicó que una parte llega de China, que es falsificado, mientras que otra procede de marcas que se fabrican legalmente en países como Dubai, Catar y países de la antigua URSS y que se hacen exclusivamente para esa finalidad.

Comentó que un container de 1.200 palets de tabaco de esos países se venta a unos cien mil dólares en Egipto y en España su precio aumenta unas quince veces, con lo que la rentabilidad es “brutal”, y según Miguel Luengo el contrabando es la cuarta tabaquera del mundo además de un peligro porque no se controla su venta a menores de edad.

El tabaco de contrabando también llega a la Península procedente de Canarias y de Gibraltar.

Para explicar la pérdida de recaudación del Estado con el aumento de los impuestos y el consiguiente incremento del contrabando, Miguel Luengo explicó que si el Estado recibe 2,8 euros por cajetilla de cigarrillo y se venden unos 400 millones menos de cajetillas al año, al multiplicar esas cantidades se obtiene en torno a los 1.100 millones.

Agregó que también salen perjudicadas las comunidades autónomas pues señaló que excepto Navarro, País Vasco y Canarias, que tienen haciendas propias, el resto recibe el 58 por ciento del impuesto del tabaco, con lo que si baja la recaudación perciben menos.