
D. N. M. – B. A. | Santa Cruz de Tenerife
Las incompatibilidades en los cargos y la autonomía insular centraron las discusiones en la primera jornada del quinto congreso nacional de Coalición Canaria, que ayer debatía si, tal como proponía una de las ponencias, se cambiaba el modelo de partido para diferenciar claramente las tareas puramente organizativas de las responsabilidades públicas. Para ello, se buscaba una presidencia de carácter meramente representativo y una secretaría general ejecutiva.
De ese nada desdeñable detalle dependía la composición de la nueva dirección de CC. Como quiera que a esta cita se llegaba con muchas incógnitas e intereses cruzados, las negociaciones se sucedieron a lo largo del día y se intensificaron bien entrada la noche. Al margen de las conversaciones de pasillo o despacho, las intervenciones en el plenario iban dejando pistas a través de mensajes que había que leer entre líneas.
Aunque las apelaciones a la autocrítica fueron constantes, la votación del informe de gestión presentado por la presidenta saliente, Claudina Morales, deparó un resultado apabullante: 816 a favor, 27 abstenciones (entre ellas, la del presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior) y 12 papeletas negativas (procedentes principalmente de una parte de la delegación de Venezuela y de la corriente soberanista de Hilario Rodríguez). En unas declaraciones posteriores, Melchior censuró determinados comportamientos del entorno de Morales, con quien se mostró comprensivo, y del Gobierno de Canarias. De este dijo que “quizá” ha perdido el pulso de la calle y, en relación a las incompatibilidades, pidió “coraje intelectual” para que cada uno ocupe el sitio que le corresponde en cada momento. “Quien mucho abarca poco aprieta”, arguyó en referencia a la “inconveniencia” de un eventual desdoblamiento de Paulino Rivero. De esa manera, Melchior escenificó su conocida oposición a que el jefe del Ejecutivo regional acapare más responsabilidades. En la idea del “equilibrio” incidieron varios oradores. De hecho, la propia Claudina Morales admitió que la la organización se ha debilitado a pesar de los intentos de aunar sensibilidades tras su “inesperada” elección, hace cuatro años, como una solución de compromiso ante las dificultades de lograr el consenso.
La máxima dirigente de CC puso de relieve que, en ocasiones, el partido ha sido desplazado por el Gobierno, por lo que planteó la creación de una estructura que consolide la organización y una redefinición de las líneas estratégicas.
Otro de los errores que identificó Morales es el déficit de diálogo con las bases y la pérdida de protagonismo de las islas en el “proyecto nacional”.
En nombre de Fuerteventura, José Miguel Barragán echó en falta la existencia de instrumentos que dinamicen e impulsen Coalición Canaria desde las organizaciones insulares. El dirigente majorero enfatizó que hay muchas formas de ver la realidad y enunció la fórmula de “matices con coherencia”. En similares términos, el palmero Antonio Castro proclamó que “la riqueza de CC es la pluralidad”.
Por Gran canaria, Fernando Bañolas reclamó un mayor margen de maniobra para fijar alianzas “sin imposiciones”, tras la “traición” del CCN.
El portavoz de La Gomera, Víctor Chinea, cuestionó el pacto con el PSOE, y el de Lanzarote, Jesús Machín, pregonó las bondades del municipalismo.
El presidente de CC en Tenerife, Javier González Ortiz, sentenció que los cimientos de Coalición Canaria están siendo “removidos de manera traumática”.
Victoriano Ríos y los jóvenes de CC llaman a la renovación
El veterano Victoriano Ríos, presidente de la mesa de edad del quinto congreso, y el portavoz de los Jóvenes de Coalición Canaria, Abel Morales, coincidieron ayer en reclamar la renovación tanto de ideas como de personas para regenerar la política.
Antes de darle el relevo a David de la Hoz, Ríos llamó la atención sobre la pérdida de apoyo electoral y denunció que, en estos 19 años de CC, no se ha desarrollado la ideología nacionalista, sino que se ha estancado en pactos que, a su juicio, han difuminado el mensaje e impedido la “proyección nacional archipelágica”. En un discurso entre complaciente y crítico, Ríos demandó más democracia interna para recuperar la hegemonía electoral perdida.
Más adelante, Abel Morales lanzó una andanada contra los políticos que se perpetúan en el poder y señaló la puerta de salida a los que hacen dejadez de sus funciones. Al hilo de la observación de Claudina Morales en el sentido de que el partido ha sido eclipsado por el Gobierno, el líder de la rama juvenil de CC argumentó que la organización no solo debe poner la música. “También está para dirigir la orquesta”, remachó. “¡Ya está bien!”, gritó Abel Morales. Antonio Castro le tomó la palabra y, tras evocar su trayectoria de más de 30, exclamó: “¡Aquí vamos a estar siempre!”.
Los ecos del descontento llegaron hasta Venezuela. El cabeza de la delegación de este país americano, Jesús Pérez, reflejó que los isleños se sienten abandonados por los órganos directivos de CC. A modo de reproche, recordó que los venezolanos han contribuido a elegir senadores, diputados y concejales, “sin volver a tener noticias de ellos en muchos casos”. Destacó, además, que él mismo preside el Consejo de Residentes Españoles tras la mayoría absoluta lograda hace ahora un año.
Castro destaca la generosidad de La Palma con la organización
El presidente del Parlamento de Canarias y de CC de La Palma, Antonio Castro, en su intervención de apoyo al informe de gestión de la presidenta saliente, Claudina Morales, aprovechó el momento para dejar claros un par de mensajes.
En un contexto en el que aún no habían comenzado los trabajos de ponencia para decidir la nueva estructura del partido y los próximos liderazgos, Antonio Castro recordó dos situaciones sufridas por su organización insular como muestra de la importancia que, para La Palma, tiene la organización nacional.
En la primera, tal y como mencionó, CC de La Palma perdió la presidencia del Cabildo insular para posibilitar que Manuel Hermoso fuera presidente del Gobierno. La segunda muestra de generosidad es más reciente. Se trata del pacto de gobernabilidad de CC con el PSC de José Miguel Pérez, suscrito tras las elecciones autonómicas y locales del pasado año.
Un acuerdo que no se ha trasladado a todas las instituciones locales de La Palma ya que la unión de socialistas y el Partido Popular (PP) mandó a CC a la oposición en casi todos los ayuntamientos. Una situación que no se ha corregido salvo en el Cabildo, donde la presidenta nacionalista Guadalupe González gobierna con los socialistas. “Ahora estamos en la situación que estamos” en la Isla, agregó, porque “queremos a Paulino Rivero de presidente”.
Castro pidió a los compromisarios que CC actúe como un partido “unido y coherente”. Este discurso estaba directamente relacionado con las enmiendas presentadas por los nacionalistas de La Palma a la ponencia de estructura, principal debate de este cónclave. El régimen de incompatibilidades promovido evita que Paulino Rivero y Castro compatibilicen cargos orgánicos y públicos.