FRAN DOMÍNGUEZ | Santa Cruz de Tenerife
Cáritas insiste en que los rostros de las personas reflejan mejor que nada la incidencia de la crisis, pero las cifras, frías aunque certeras, vienen a mostrar la triste realidad y calibran la verdadera dimensión de lo que está ocurriendo. Los datos que maneja esta ONG católica -de las entidades que se encuentran en primerísima línea de la batalla social- crecen negativamente cada vez más, al menos eso es lo que lleva mostrando en los últimos tiempos la memoria anual de Cáritas diocesana. Así, en esta provincia, Cáritas ayudó en 2011 a un total de 23.501 personas (de las que 21.143 corresponden a la atención social de manera específica y 2.388 a participantes en los diferentes proyectos de la entidad), un 12% más que el año anterior, ejercicio en el que se registraron 21.056 usuarios. Si la estadística se centra en la asistencia a familias, el número asciende a 8.417, y se produjo un incremento del 14% respecto a 2010.
“Estamos hablando de las personas que podemos atender, porque si hablamos de las personas que acuden a nosotros, la cifra es aún mayor”, matizó Leonardo Ruiz del Castillo, director de Cáritas, quien ayer presentó la memoria anual de la ONG junto al obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, y al subdirector de esta entidad en la provincia, José María Rivero. Por zonas, en la isla de Tenerife, los usuarios que fueron atendidos en el área metropolitana llegaron a los 10.881 (el 51%), mientras que en el sur y el norte alcanzaron los 3.936 (19%) y 3.474 (16%), respectivamente. En el resto de la provincia, las personas que recibieron asistencia ascendieron a 2.852 (14%).
En términos globales, en el Archipiélago las dos Cáritas (la de la Diócesis Nivariense y la de Canarias) atendieron a 56.000 personas. Las atenciones en la provincia occidental se incrementaron el 11,75%, mientras que en la de Las Palmas el aumento fue del 2%. En los dos casos, el mayor porcentaje de personas asistidas corresponde a mujeres (el 60%).
Todos estos datos vienen a traducir la “agudización de los efectos de la crisis y la intensidad de las situaciones de pobreza y exclusión social”, recalcó Ruiz del Castillo. “Este año será recordado por ser el año en el que se sentaron las bases para el recorte de los derechos sociales, que, hasta la fecha, habían marcado los límites mínimos de cualquier ser humano debe tener”, afirmó. De este modo, se apuntó que el 40% de las familias que solicitan ayuda de Cáritas son “víctimas directas o indirectas de la gestión política de la crisis”.
Todo en manos de pocos
En este contexto, el subdirector de Cáritas Tenerife, José María Rivero, consideró un “verdadero escándalo” que el 31% de la población canaria esté bajo el umbral de la pobreza, sólo superada en España por la de Extremadura (38%), a tenor de los datos del INE. Rivero también hizo referencia a las cifras de la Agencia Tributaria que apuntan a que 21 familias (el 0,2% de la población de las Islas) controlan el 80% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad autónoma. Las situaciones de emergencia social son tan graves que se palpan en el sector más sensible, los menores, confirmando el propio Ruiz del Castillo datos como que el 39% de los niños isleños vive bajo el umbral de la pobreza. Y es que la mayor parte de las personas que acude a Cáritas son parejas con hijos a su cargo, o mujeres solas también con hijos, y en edades comprendidas, fundamentalmente, entre los 30 y los 50 años. El perfil de los demandantes de la ONG católica es de personas que solicitan ayuda social urgente, con una realidad de desempleo crónica, con muy pocas esperanzas en la Administración pública; y sobre todo, “personas con una gran necesidad de que se les escuche, de dejar de ser tratados con indiferencia”.
Como apunte positivo, Rivero detalló que la campaña No hay límites para soñar, de captación de voluntarios, puesta en marcha desde el pasado mes de enero, ha organizado tres cursos con la asistencia de 48 personas. Asimismo, se han dado de alta 18 socios con cuyas aportaciones se incrementan los ingresos en casi el 6%”.
Cáritas Diocesana de Tenerife celebrará el próximo jueves, 16 de junio, su acto institucional, que tendrá lugar en la localidad sureña de Los Cristianos, en Arona. La jornada, de carácter lúdico-festiva, contará con las actuaciones del grupo humorístico El Supositorio y del cantautor Andrés Molina, y será presentada por Juan Luis Calero.
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Peligran varios de los proyectos
Cáritas Diocesana insistió ayer en que “hace lo que puede” al no contar con ayudas de las instituciones públicas en lo que a atención social de base se refiere, y sólo dispone de las colectas que se realizan en las distintas parroquias y en las aportaciones de socios y particulares. Según recoge la memoria, la ONG administró en 2011 un presupuesto de más de cuatro millones de euros, del cual el 62% correspondió a subvenciones de los gobiernos central y canario, fondo social europeo, cabildos y ayuntamientos y diversas entidades privadas; mientras el resto, el 38%, fue de recursos propios y otros ingresos. Las restricciones de ayudas hace que varios de sus proyectos sociales corran peligro, como el de asistencia a inmigrantes, a desempleados o a mayores. Una de las iniciativas que se encuentran en “alerta roja” es el denominado proyecto Lázaro, dirigido a afectados por VIH-sida, y la única casa de acogida existente para personas con la enfermedad y en situación de exclusión, según remarcó Leonardo Ruiz del Castillo.
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