EUROPA PRESS | Cáceres
El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, ha confirmado hoy la detención de once personas por parte de la Guardia Civil supuestamente implicadas en el robo de armas que se produjo en febrero de 2011 en la base militar de Bótoa, en Badajoz.
Los asaltantes, tras burlar el perímetro de seguridad y forzar una de las armerías, sustrajeron veinte fusiles HK G36 y diez pistolas de nueve milímetros.
El robo motivó el arresto disciplinario de cuatro militares que se encontraban de guardia esa noche por entender que su actitud había sido negligente, según explicó la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón.
López Iglesias, que ha asistido a la inauguración de dos tramos de la autovía autonómica EXA1, ha asegurado hoy que la Guardia Civil llevaba varios meses preparando la operación que tuvo lugar ayer y que se ha saldado con la detención de once personas.
Cinco a las puertas del Centro Penitenciario de Cáceres, donde estaban recluidos, y otras seis en distintos domicilios de las barriadas pacenses de Cañada-Moreras y Santa Engracia de Badajoz.
En declaraciones a los periodistas, ha destacado que, en principio, los detenidos estarían implicados directamente en el robo de las armas en Bótoa, “pero esto es algo que aclarará el juez”, ha apuntado.
De igual forma, ha adelantado que los once detenidos permanecerán en dependencias policiales al menos 72 horas con el fin de obtener alguna pista sobre las armas.
En este sentido, ha puesto de manifiesto que el instituto armado está redoblando esfuerzos “para ver si puede dar con las armas y poder certificar así la implicación de los detenidos”.
López Iglesias ha señalado que los registros realizados ayer se encontraron “drogas y algún arma”, aunque no ha confirmado si se trataría de alguna de las desaparecidas.