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País ejemplar > Jorge Bethencourt

Cuando el agua comenzó a retroceder en la arena de manera anormal, los más lisos corrieron hacia la montaña. Otros se quedaron en la playa, tomando el sol, ignorando que se acercaba la gigantesca ola de un tsunami financiero. Algunos, incluso, siguieron ignorando tenazmente la ola mientras les revolcaba de forma dramática. El que se aflige, se afloja. Y el que se afloja, se aflige.

Alemania vive desde siempre instalada en la austeridad así que no cambió gran cosa. Gran Bretaña puso en marcha un plan de recortes presupuestarios, de ajuste de empleados públicos (objetivo, 500.000 menos) y de reducción de gastos no productivos. Ya, antes, algunos países habían procedido a reducir el número de entidades locales. Lo hicieron desde los años setenta países como Austria, Finlandia, Alemania o Noruega.

Bélgica pasó de 2.669 ayuntamientos a 589. Dinamarca de 1.387 a 275 y poco después, en 2007, se quedó con sólo 98. Suecia de 2.282 a 286. Y Grecia, después de la llegada la crisis, tuvo que pasar de 940 ayuntamientos a la cantidad de 325.

Portugal, para cumplir las condiciones de las ayudas de la Unión Europea, aguantando una tras otra varias huelgas generales, subió las tarifas sanitarias -hasta 20 euros para ir urgencias de un hospital-, redujo el periodo de cobro por desempleo, rebajó la indemnización por despido debatiendo los 12 días por año como objetivo, planteó la reducción del 6% de su medio millón de empleados públicos, suspendió las jubilaciones anticipadas, eliminó pagas extras de funcionarios y pensionistas o las cargó con impuestos que llegaron al 50%, subió media hora la jornada laboral en el sector privado, subió el IVA hasta el 23% y redujo el sueldo de los empleados públicos hasta el 10%. Monti, en Italia, puso en marcha subidas fiscales, llevó el IVA al 21%, congeló salarios públicos, estableció impuestos al sector energético…

Soraya Sáenz de Santamaría aseguró hace unos días que España es objeto de la admiración del mundo mundial por ser el país de la Unión Europea que está “a la cabeza del impulso reformista”. El sábado Europa anunció que nos dejará 100.000 millones de euros para rescatar el gran agujero del ladrillo de todas las cajas y algunos bancos españoles.

Si estamos a la cabeza de Europa en algo más que en el número de parados debe ser porque Europa es como una rara especie de gusano que tiene dos cabezas que son dos culos al mismo tiempo. Así sí.

Twitter@JLBethencourt