Se celebró durante la segunda semana de junio el VIII Congreso Ibérico de Estudios Africanos en la Universidad Autónoma de Madrid, que es el mejor termómetro para saber cómo se maneja la actualidad y las investigaciones de las realidades africanas en España y Portugal. Es un escenario donde investigadores y, en general, todos aquellos que tienen inquietudes por África se dan cita para debatir e intercambiar impresiones y donde no podía faltar el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de La Laguna. Allí no sólo se trató la más rabiosa actualidad del continente vecino, sino los aspectos históricos que han condicionado y moldeado el presente de muchas naciones africanas. La regionalización del continente en función de los problemas que de manera periódica condicionan cada una de sus más diversas geografías; aspectos climáticos y medioambientales; humanos y sociales; el deporte y su influencia; la manera en que África se relaciona con las nuevas tecnologías; su vasto patrimonio cultural; la diáspora africana, con especial atención a Europa, y de gran relevancia para las Islas Canarias, el análisis de otras sociedades insulares africanas. Archipiélagos e islas que si bien son genuinamente africanas en lo cultural no comparten el nexo de pertenecer de pleno a la sociedad occidental, como sí lo es Canarias; de igual manera que ésta no puede considerarse como una realidad africana en su más amplio sentido. El congreso dio para mucho. Más allá de salir en la foto, hacer contactos y comprar algunos libros, se trató de una dosis de realidad. Prueba fehaciente de que aún hay mucho por hacer. En mi opinión, creo que los portugueses nos llevan cierta y lógica ventaja en todo lo relacionado con África. Real porque sus lazos comerciales y culturales con el continente no se han visto quebrantados a pesar de la traumática salida que protagonizaron de Angola o Mozambique. Todo lo contrario. Y es que un vistazo al índice de ponencias refleja el músculo que aún mantienen. Ese es el camino a seguir. La senda está señalada. El camino para invertir en África primero pasa por conocer sus particularidades, lo cual demanda centros académicos. Aulas donde confluya la información; la actualidad; engrosar el catálogo de las bibliotecas; despertar el interés en las nuevas generaciones por lo que se cuece aquí al lado y, de una vez, darnos cuenta que llevamos años ignorando una gran oportunidad. El Centro de Estudios Africanos de la ULL debe ser ese kilómetro cero para acceder al mundo africano.
*Centro de Estudios Africanos de la ULL | cuadernosdeafrica@gmail.com