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Solidarios encadenados

Los voluntarios recibieron productos y víveres de numerosas personas, que quisieron colaborar con la cadena de favores emprendida por un grupo de tinerfeños. / JAVIER GANIVET


INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife

Tres bebés se bañan hoy con agua caliente por fin, tras unos meses desde que la compañía eléctrica cortara la luz de su casa por falta de pago. Una joven ecuatoriana ha regresado a su país, tras una pesadilla en la que se vio envuelta por el engaño de una organización de trata de blancas.

A Yanis la asesoran para que pueda llevarse a su hija consigo a su país, donde al menos su familia puede ofrecerle el hogar y la comida que aquí no logra conseguir. Gracias a muchas personas anónimas, otras afrontan sus problemas en compañía. Las dificultades en casi todos los casos se derivan de la falta de recursos económicos por mor de la crisis; una ayuda que hoy en día no todos pueden ofrecer.

Eloy Cuadra y Maite Medero emprendieron su aventura solidaria ayudando a una persona que pasaba un mal momento y tras tres meses son más de 30 voluntarios activos encadenados en Tenerife. Caminando por la calle, a través de un conocido o por mediación de la ONG La Despensa, Cadena de Favores-Comienza Contigo contacta con quienes más se ceba la crisis económica para ofrecerles un atisbo de esperanza. Aunque la iniciativa lleva el nombre de la famosa película Cadena de favores, la asociación de voluntarios que se ha creado en Tenerife no solicita nada a cambio a quienes ayuda. Si alguien a pesar de todo, quiere aportar su granito de arena, será bienvenido. Como afirma Zebenzuí Pérez, a quien han apodado El taxista solidario por razones evidentes, somos aún muy pocos.

En Facebook

La página creada en la red social Facebook al efecto, tiene más de 1.000 participantes, pero el número de colaboradores no concuerda con esa cifra. En cualquier caso, la intención de este grupo es seguir adelante. Algunos de los miembros valoran los casos que se van recibiendo: “Son muchísimos y tenemos lista de espera”, asegura Zebenzuí. “Se hace una supervisión muy meticulosa para comprobar en el terreno la gravedad de la situación. Después se pone en marcha la red de ayuda que en algunos casos debe ser económica para lo que hemos creado una cuenta”, denota. En otras situaciones lo que se entrega son alimentos a través de un bono, para lo cual cuentan con la ayuda altruista de una frutería situada en el barrio de La Salle en Santa Cruz de Tenerife. Otra de las prestaciones está dirigida al asesoramiento legal o tratamiento psicológico, ya que el estado emocional es decisivo para soportar y enfrentar obstáculos. El protocolo por el que se rige esta singular Cadena de Favores-Comienza Contigo es sencillo pero estricto. A cada familia o persona necesitada se le asigna un padrino o madrina y será éste quien haga el seguimiento del caso y mantenga contacto permanente hasta que se solvente el problema.

Iniciativas paralelas

La asociación pone en marcha además otras iniciativas paralelas, con el fin de conseguir fondos y en especial alimentos para los más necesitados de la Isla. Así, el pasado sábado, con el permiso y la colaboración del supermercado Alcampo ubicado en el centro comercial de La Laguna, un grupo de voluntarios hicieron una recolecta de comida para repartir entre los usuarios.

Allí se explicaron los objetivos de la asociación para intentar captar más voluntarios. Zebenzuí, por otra parte, ha iniciado lo que se llama la flota de taxi solidario, que consiste en aparcar el vehículo en un punto determinado de la provincia, previo aviso público en las redes sociales, para que las personas que así lo deseen hagan sus donaciones.

Esta particular flota cuenta con tres taxis, y la iniciativa tiene lugar aproximadamente, una vez por semana. Desde el mes de febrero son ya más de 15 casos resueltos y otros que están en proceso, pero cuanta más gente se apunte a la cadena solidaria, mucho más se podrá hacer por aquellos que no tienen nada. La recompensa supera el esfuerzo, comenta Zebenzuí, quien sobre todo destaca, sin sorpresa, que “la gente que más ayuda es, como casi siempre, la que menos tiene en estos momentos”.