(DES) TROZOS > Luis Padilla

Una bienvenida a las explicaciones > Luis Padilla

Porque yo soy el entrenador y yo decido” y “no hemos jugado bien y habrá que hacerlo mejor el próximo partido”. Estas dos frases sintetizan las respuestas de muchos entrenadores cuando se les interroga por alguna alineación/sustitución o por las claves para explicar un mal resultado. Quique Medina se sale de la norma. Lo agradezco. Como periodista y, sobre todo, como aficionado.


EXPLICACIONES.
Ofrecer un razonamiento coherente sobre los motivos para alinear a un futbolista y no a otro, así como exponer por qué se hizo una sustitución y qué se pretendía con ella no deberían ser nunca un secreto de estado para los entrenadores de fútbol. Sin embargo, muchos técnicos se niegan a dar una explicación sobre sus decisiones. Tal vez como protección ante el enemigo (la prensa) o quizás porque de verdad creen que tanto el periodista como el aficionado son incapaces de comprender sus complejas motivaciones. Se equivocan. Cuando se les pregunta, no es porque se dude de su capacidad teórica… ni del conocimiento práctico que cualquier preparador tiene de su plantilla por convivir diariamente con ella. Simplemente, se les pide que nos ofrezcan su punto de vista (el del profesional que, por conocimientos y cercanía, está más preparado para desarrollar ese trabajo) y que, si existen, desvelen algunas claves que quizás no están al alcance de las personas más alejadas del día a día del equipo. Negarse a ofrecer una respuesta desvela inseguridad y alimenta dudas.

OPTIMISMO. Quique Medina ha ofrecido tras la derrota en Ponferrada algunas explicaciones sobre las causas que impidieron al Tenerife hacer un buen partido. Lo hizo con naturalidad y sin culpar a nadie. Habló de fútbol: la distancia entre líneas, la dificultad de la defensa para ir y volver para acompañar la presión del mediocampo… Tras escucharle, este aficionado está más animado: da la sensación de que el técnico ha detectado algunas de las deficiencias mostradas en El Toralín y de que sabe lo que hay que hacer para corregirlas. Es más, estoy convencido de que, defensivamente, se va a ver a un equipo más eficaz. Y aunque Quique también ha esbozado la solución para tener mejor dinámica ofensiva, tengo mis reservas de que en una semana se desarrollen automatismos que permitan al Tenerife practicar un fútbol más fluido con el balón. Eso sí, no dudo de que los futbolistas saben cuál es el camino y de que habrá mejora en algunos aspectos. Descender a la tierra y dar explicaciones a los mortales no garantiza la victoria, pero sí ayuda a estos mortales a afrontar los partidos con más optimismo.

PD:
el balance del Tenerife 11/12 no admite término medio. Si mañana asciende a Segunda División se habrá ganado el sobresaliente. Si no lo hace, merecerá un suspenso. Para los blanquiazules no existe el suficiente, el bien o el notable. Es el precio que se paga por competir con la exigencia de defender cien años de historia y la ilusión de toda una Isla.