EFE | Palencia
Los tres mineros que llevaban encerrados 37 días en la sede de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia abandonaron ayer su reclusión voluntaria en protesta por las medidas de recorte anunciadas por el Gobierno y en defensa del sector.
Los trabajadores José Primo, Luis Miguel Hernández y Luis Sandino concluyeron el encierro después de que el pasado 7 de junio ocuparan, junto con un cuarto compañero que tuvo que abandonar por problemas médicos pocos días después, el descansillo de la sede de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia.
Durante este tiempo han compartido su encierro con la lectura de la prensa, el recibimiento de visitas sindicales, políticas y familiares, además de compartir espacio con los propios trabajadores y funcionarios del Gobierno autonómico.
Un centenar de personas, especialmente miembros de los sindicatos UGT y CC.OO., arroparon la salida de los tres mineros con aplausos, sonidos de bocinas y tracas.
Primo anunció a los medios de comunicación que “la guerra seguirá en la calle y las movilizaciones serán más duras a partir de ahora”.
Hernández comentó que el ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, “no se entera de nada y habrá que hacerle entender” la situación “por las buenas o por otras vías más contundentes”.
Hernández anunció además que en el siguiente encierro “tocará el relevo a otros compañeros”, con lo que no se descarta un nuevo encierro minero en la provincia de Palencia.