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El arte del Gin-tonic

Un gin-tonic con apio puede ser un perfecto acompañante del pescado, con albahaca ayudaría a disfrutar aún más la pasta y así en todas las combinaciones existentes. | FRAN PALLERO


SANTY TORRES
| Santa Cruz de Tenerife

Resulta increíble que un líquido destinado en principio a curar heridas acabe convirtiéndose en una de las bebidas que más éxito acapara hoy en día. Los gin-tonics tienen su origen en la Holanda del siglo XVII; allí los británicos descubrieron las ventajas medicinales de la ginebra, decidieron llevarla a Gran Bretaña y comenzar un proceso de destilación de este novedoso producto.

Con el tiempo nacería la tónica y su fusión daría lugar al gin-tonic, la bebida de moda de estos últimos cinco años. De hecho, España se ha convertido en el mayor consumidor de ginebra per cápita a nivel mundial.

Chema Vicente se alza como uno de los mejores “diseñadores” de esta bebida. Como maître del restaurante El Gusto por el vino asegura que el secreto para obtener la mejor bebida está en saber escuchar. “Tenemos que ser los psicólogos del comedor y buscar lo que le podemos ofrecer al cliente según su perfil”, explica.

Este sumiller se considera todo un “clásico” en lo que a elaboración de gin-tonics se refiere. La clave no está en mezclar mil elementos, sino en “vestir” bien la ginebra. Ejemplo de esta sencillez es su especialidad, el Chema-tonic, con el que juega exclusivamente con los sabores de la lima y el pomelo. “Puedes innovar, pero lo clásico siempre gana”, afirma. El truco está en medir bien cada uno de los ingredientes, como si de repostería se tratase. Todo debe estar perfectamente equilibrado en el vaso y, sobre todo, preparado con mucho cariño. “Se trata de que el cliente disfrute, y no de que se emborrache”, matiza Chema.

En el verano siempre apetece una bebida bien fresquita. Por este motivo, Chema augura el buen futuro de los gin-tonics, especialmente los minis, como aperitivo antes de las comidas, o incluso como digestivo después de llenar el estómago. De esta manera, un gin-tonic con apio puede ser un perfecto acompañante del pescado, con albahaca ayudaría a disfrutar aún más la pasta y así en todas las combinaciones existentes. A pesar de todo, Chema Vicente mantiene que el mejor acompañante de esta bebida es el queso curado.

No existen límites creativos, las invenciones pueden ser infinitas. Es la época de la eclosión del gin-tonic, una bebida que Chema disfruta elaborando, y con la que sus clientes podrán alegrar el paladar.