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El Congreso aprobará definitivamente la ley que permite la privatización de las televisiones autonómicas

EUROPA PRESS | Madrid

El Pleno del Congreso aprobará definitivamente la reforma de la Ley General de Comunicación Audiovisual, que flexibiliza la gestión de las televisiones autonómicas y permite la entrada de empresas privadas. La cámara tendrá que votar sobre una enmienda introducida en el Senado.

Inicialmente, estaba previsto que la reforma se aprobase la semana pasada en el Pleno del Senado. Sin embargo, la aprobación de la norma se ha retrasado al incluir la Cámara Alta una enmienda, acordada entre todos los grupos a última hora, para recuperar una mención expresa a la prohibición de la pornografía y la violencia gratuita que se había retirado del texto durante su trámite en el Congreso.

La reforma, que modifica la aprobada por el anterior Ejecutivo en 2010, fue enviada a las Cortes por el Consejo de Ministros a finales de abril y ha sido tramitada por el trámite de urgencia. Durante su tramitación, los grupos de la oposición se han quejado de que la reforma supone una invasión en las competencias autonómicas, mientras que el PP ha negado este extremo y ha defendido la necesidad de la medida para reducir la deuda de las autonomías.

La nueva ley permitirá a los gobiernos autonómicos decidir qué hacen con sus televisiones autonómicas: si quieren mantener o no este servicio y si quieren prestarlo directamente o encargar la gestión a una empresa privada. En caso de quedarse con la gestión, no podrán tener déficit porque “no se permitirán desequilibrios en los presupuestos”.

Hasta el momento, la Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla-La Mancha ya han avanzado su intención de aprovechar la reforma del régimen de gestión de las televisiones autonómicas aprobada por el Gobierno para privatizar la gestión o los servicios informativos de sus televisiones públicas, mientras que otras comunidades ya tienen ‘de facto’ algunos de los servicios de sus cadenas subcontratados a empresas privadas.

Las televisiones públicas cerraron el 2010 con unas pérdidas de 536 millones de euros, un 3 por ciento menos que en 2009, que supusieron un coste neto –con la compensación de los ingresos publicitarios– para cada hogar español de 152 euros, un 5,6 por ciento más que el año anterior , según el V Informe Económico sobre la Televisión Pública en España elaborado por Deloitte para la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA).

La semana pasada el secretario general de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), Enrique Laucirica, quiso “poner en dimensión” este gasto durante su participación en un desayuno organizado por el despacho de abogados Cuatrecasas, Gonçalves Pereira y afirmó que las televisiones autonómicas suponen, de promedio, exclusivamente el 0,5 por ciento de los presupuestos de las comunidades autónomas, por lo que la desaparición de estas cadenas “no iba a resolver prácticamente nada” los problemas de financiación de las autonomías.

Enmienda sobre la pornografía

Durante su paso por el Senado, todos los grupos llegaron a un acuerdo para incorporar al texto de la reforma una enmienda, a propuesta del PSOE, para reincorporar al texto de la ley una mención expresa a la prohibición de emitir en abierto pornografía y violencia gratuita que se había retirado en el Congreso.

La enmienda vuelve a cambiar el artículo 7.2 de la Ley Audiovisual, que ya modificó el Congreso, y establece que “está prohibida la emisión de contenidos audiovisuales que puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores, y en particular, la de aquellos programas que incluyan escenas de pornografía, maltrato, violencia de género o violencia gratuita”.

La prohibición expresa a la pornografía y la violencia gratuita se quitó del texto, en virtud de una enmienda del PP, acordada con el resto de grupos salvo ERC, para reforzar el control parental de los contenidos televisivos. En este sentido, aunque se eliminó la referencia expresa se mantuvo una prohibición genérica de emitir “contenidos audiovisuales que puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores”.

No obstante, tanto la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios de España (iCmedia) como la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) entendieron que la modificación podía implicar sanciones para España por parte de las autoridades europeas y permitir que se interpretara que la pornografía y la violencia gratuita estaba permitida en la televisión.