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El falso jeque que robó una joyería en Valencia pacta indemnizar a la dueña

EFE | Valencia

Los cinco hombres que se hicieron pasar por un “jeque” árabe y su séquito para robar una joyería en Valencia y sustraer joyas por un importe superior a los 10 millones de euros han pactado hoy con la Fiscalía y la acusación particular una reducción de las penas reclamadas e indemnizar a la dueña.

Este principio de acuerdo, que parte del reconocimiento del robo con violencia, se ha negociado entre las partes antes del inicio de la primera vista del juicio, y deberá ser ratificado el próximo jueves, fecha en la que los acusados deben haber efectuado el desembolso de la citada indemnización, cuya cuantía no ha sido revelada.

Según ha explicado el abogado de la acusación particular, Manuel Salazar, las penas que se solicitaban para los acusados (la Fiscalía pedía entre 3 y 4 años de prisión y la acusación particular entre 6 y 8) quedarían reducidas considerablemente, hasta el punto de que no deberían ingresar de nuevo en la prisión, donde han estado de forma provisional desde mediados de 2010.

Parte del botín, aproximadamente la mitad de lo sustraído según Salazar, fue devuelto por dos de los atracadores y depositado en una caja fuerte de una habitación de hotel en Milán (Italia).

Tras esta devolución, dos de los integrantes de la banda fueron puestos en libertad, mientras que el resto de detenidos por la operación (cinco) siguieron en prisión provisional.

Los atracadores forman parte de un clan serbocroata, según informó la policía, y fueron detenidos en diversas operaciones desarrolladas en Suiza, Francia e Italia, y posteriormente extraditados a España.

Los arrestados idearon una compleja estafa, conocida como el procedimiento de “Rip Deal”, con la que se apoderaron de 10,5 millones de euros en joyas, parte de las cuales fueron recuperadas.

Los detenidos se hicieron pasar por jeques árabes para engañar a la joyera y ganarse su confianza.

El engaño fue muy elaborado y planeado con tiempo; comenzó en noviembre de 2006, cuando dos jóvenes que hablaban italiano, de aspecto impecable y acaudalado, adquirieron joyas valoradas en cerca de 20.000 euros en una joyería de Valencia.

Los “italianos” contactaron nuevamente tres años después con la dueña de la joyería para ponerla en contacto con un supuesto jeque árabe interesado en hacer una importante compra.

El falso “jeque” concertó una primera cita en un hotel de lujo valenciano en la que le propuso a la joyera comprar una serie de alhajas por valor de más de diez millones de euros.

Una vez reservadas estas piezas, el delincuente acudió a una nueva cita en compañía de otro hombre que hacía las veces de gemólogo para estudiar las joyas y dar el visto bueno.

El trato quedó cerrado y acordaron hacer el pago en metálico, y para ello una empleada de la joyería se reunió con el también falso banquero del jeque y comenzaron a contar los billetes.

A medida que iban contando los fajos, los introducían en los cajones de una mesa, pero el mueble contaba con un doble fondo en cuyo interior había escondida una persona de poca talla que iba cambiando los fajos de dinero auténtico por otros en los que sólo eran de curso legal el primero y el último.

Las imágenes de las cámaras de seguridad y las huellas dactilares facilitaron la recuperación de las joyas.

El falso “jeque” resultó ser un hombre de 40 años nacido en Yugoslavia, que había sido detenido en Alemania por un robo similar.