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El fuego se extiende ya por 1.800 hectáreas y amenaza a Vilaflor

VICENTE PÉREZ / NORBERTO CHIJEB | Arona

Una enorme nube de vapor y humo negro con que amaneció ayer la cumbre de Adeje se divisaba ayer desde buena parte del Sur de Tenerife. Su presencia era una mala señal, un mal augurio. Y así fue: el incendio que había obligado al desalojo de tres caseríos (Ifonche, La Quinta y Taucho) forzó el abandono de dos más (Las Lajas y Tijoco Alto) seguía anoche sin control en dirección a Vilaflor y hacia los montes de Guía de Isora. Había puesto cerco a más de 1.800 hectáreas y quemado la mitad.

Y ayer no parecía mejorar. De hecho, el Gobierno de Canarias ha aconsejado que no se acceda al Teide por las carreteras del Sur, ya que el fuego podría llegar al parque nacional de El Teide.

Desde el casco de Adeje, al mediodía, como la noche anterior, se veían aún arder pinos en la cima del macizo montañoso, aunque lo peor ocurría cumbre arriba, de modo que el fuego se acercó incluso a las cumbres de Las Cañadas, mientras seguía ardiendo la masa boscosa con un frente hacia el oeste y otro hacia el este, que era el que temían los vecinos de Vilaflor.

Por su parte, desde la carretera que conduce de Arona a Vilaflor, la TF-51 por Los Llanos de Trevejos, la imagen era dantesca al caer la tarde: una gigantesca humareda en el barranco de Los Cuervos, que divide el municipio chasnero y Adeje. A esa altura, las temperaturas se acercaban a los 40 grados, soplaba un viento con rachas superiores a los 30 kilómetros por hora y un nivel de humedad muy bajo, una combinación de condiciones atmosféricas fatal para estos casos.

Y ahí es donde anoche se centraban los esfuerzos de las brigadas antiincendios, para evitar que el fuego cruzara la carretera TF-21, lo que aumentaría el riesgo de que las llamas alcanzaran el casco chasnero.

Más de 500 personas participan en las labores de extinción, a las que se sumarán hoy otro centenar de soldados de la Unión Militar de Emergencias (UME) e hidroaviones procedentes de la Península. En el dispositivo continúan trabajando efectivos pertenecientes a Cabildo, el Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), Consorcio de Bomberos , apoyados por agentes de la Policía Canaria, Guardia Civil y Policía Local de Arona, Adeje, Vilaflor y Guía de Isora.

Al llegar a Vilaflor, la carretera estaba cortada hacia Boca de Tauce. Allí los vecinos veían al atardecer, expectantes, elevarse la columna de humo. “El miedo es que suba por el barranco de Los Cuervos, coja por el parque de Las Lajas y pase a El Sombrerillo, y entonces el fuego podría amenazar el pueblo”, afirmaba sobre las 18.30 horas José Alexis y Adrián Alayón, dos hermanos, contemplando la humareda desde el bar de su padre, en la entrada del casco chasnero. José Alexis sabe de lo que habla. Cuenta que trabajó durante siete años para Tracsa en el operativo contra incendios del Cabildo, y sabe lo que es enfrentarse a un siniestro de este tipo, el que quemó los montes en 1998.

“El viento de día está ayudando a que no se acerque, pero el miedo es que cambie de dirección”, comenta Dimitri, regente del bazar de productos típicos Artesanía de Trevejos, mientras señala con la mano las banderas de varios países que ondean de este a oeste en la fachada de su local, situado a poco kilómetros del pueblo de Vilaflor. Con marcado acento ruso (lleva año y medio en Vilaflor), explica que durante la tarde casi no habían pasado clientes.

Al mediodía, Tijoco Alto parecía un pueblo fantasma, sin vecinos, con la carretera cerrada hacia La Concepción. Allí, Manuel, un jubilado, explicaba que parte del los vecinos del barrio aún se dedica a la agricultura aunque muchas de las viviendas son segundas residencias. Un residente en La Quinta, Alberto Santos, comentó que había pernoctado en su coche la noche anterior porque en el albergue que le ofrecieron en Adeje no podía llevar a sus dos perros, ya que la única jaula ya estaba ocupada por un pitbull. No faltaban quejas tampoco en muchos vecinos que denunciaban las limitaciones para aprovechar la pinocha e incluso la falta de cortafuegos que estén limpios.
El fuego comenzó a meter sus dentelladas en los montes de Guía de Isora sobre las 17.00 horas, según indicó la concejal de Seguridad de este municipio, Cristina Plasencia, quien subrayó que se trataba de un lugar “complicado, de difícil acceso” y había comenzado a hacer viento.
Así las cosas, hoy volverá a ser otra dura jornada de batalla contra el fuego. Y miles de tinerfeños y turistas volverán a fijar sus ojos en la cumbre sureña para buscar señales de que esta pesadilla se acabe y el infierno abandone el monte.

[apunte]Cinco barrios desalojados y cinco carreteras cerradas
N. Ch. | Adeje
El Cabildo de Tenerife ha decretado, desde el inicio del incendio, el domingo a las tres de la tarde, el cierre de cinco carreteras en la zona afectada. En concreto se trata de la TF 38 (km 22) a la altura del restaurante La Estrella, la TF 21 en los kilómetros 67 (Vilaflor) y 47 (Parador), la TF-583, en Taucho, la TF-585 en Tijoco Alto, y la TF 567 en el kilómetro 0, en la subida a Ifonche. Además, han sido cortadas al tráfico de vehículos las carreteras de Chío a Boca de Tauce y de Vilaflor a Boca de Tauce, para favorecer el tránsito de los equipos de extinción.

En cuanto a los núcleos desalojados, ayer se procedió con Las Lajas y Tijoco Alto, que se suma a los de Ifonche, La Quinta y Taucho (todos en el municipio de Adeje), evacuados como medida preventiva, aunque el fuego no llegó a alcanzar ninguna vivienda. Solo una persona durmió el domingo en el albergue de Fañabé, mientras que otra prefirió hacerlo en su coche, por fuera de su vivienda, al no tener donde dejar a dos perros. La mayoría, unas 90 personas, se alojó en viviendas de sus familiares, aunque el Ayuntamiento de Adeje les ofrecía hoteles o el pabellón municipal de Las Torres. [/apunte]

[apunte]Hace cinco años
Julio y agosto. Canarias soportó en el año 2007 cuatro incendios forestales (tres de ellos grandes), sobre todo en Gran Canaria y Tenerife, desde el 26 de julio hasta mediados de agosto. Los lugares más castigados por esos incendios estaban en zonas donde había viviendas cercanas y bosques densos.

39.000 hectáreas. La cuarta parte de Gran Canaria fue afectada, con 20.000 hectáreas aproximadamente; en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, sumando los incendios de La Gomera y Tenerife, se calcinaron cerca de 19.000 hectáreas.

Palmitos Park. En Gran Canaria, las zonas más afectadas fueron los municipios de La Aldea de San Nicolás, Tejeda, Santa Lucía, Mogán y Santa Brígida. En Tenerife, el incendio fue en Los Campeches-Los Realejos. En Gran Canaria, hubo dos heridos graves, pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencias, y cientos de animales muertos, del parque de aves exóticas Palmitos Park.

Pirómanos. El incendio de Gran Canaria fue provocado por un vigilante forestal, el mismo que avisó a los bomberos. El incendio de la isla de Tenerife también fue provocado, aunque aún no se sabe la identidad de los pirómanos. El incendio gomero fue casual.[/apunte]