DAVID SANZ | Villa de Mazo
Las obras de ampliación del aeropuerto de La Palma concluyeron ayer, al poner en funcionamiento la nueva plataforma, que permite hasta trece estacionamientos, además de las dos pasarelas telescópicas o fingers, situados en los extremos norte y sur del edifico terminal, que facilitan el embarque y desembarque directo del avión.
Desde que se iniciaron las obras, en el año 2004, el aeropuerto de La Palma ha dado un giro radical, dejando atrás su modesta fachada, marcada por un diseño tradicional, para dar paso a un edificio vanguardista, en el que, además de mejorar la operatividad de las aeronaves, han tratado de optimizar los recursos naturales de la zona como fuente energética.
El resultado es un aeropuerto prácticamente nuevo que desde ayer cuenta también con tres puertas más de embarque y 1.200 metros cuadrados de sala de embarque.
Tener un aeropuerto nuevo para una Isla es como cuando un niño estrena zapatos. Una infraestructura que es observada al detalle por los usuarios y que, desde la puesta en funcionamiento de la nueva terminal , ha ido limando algunas pequeña rozaduras que aparecían.
El aeropuerto está ahora en condiciones óptimas para que puedan desplazarse a la isla más vuelos. Una infraestructura que encierra “un potencial de crecimiento muy importante”, según su director, Manuel Vinagre, que presentó el resultado final de estas obras acompañado del director insular de la Administración General del Estado, Miguel Ángel Morcuende.
Inversión récord
La ampliación del aeropuerto no ha sufrido recortes económicos por la crisis, pero sí que ha soportado los prejuicios de esta época, dado que desde distintos ámbitos de la opinión pública se ha tildado como despilfarro a la obra de mayor inversión pública que se ha hecho en la Isla hasta ahora, con un presupuesto de más de 200 millones de euros.
Al respecto, Manuel Vinagre recordó que el aeropuerto de La Palma tiene “un marcado carácter de servicio público”.
Además, el director del aeropuerto recordó que tiene un volumen de tráfico de más de un millón de pasajero y más de 20.000 operaciones al año, que “lo sitúa en un nivel de tráfico aéreo importante”.