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Impaciente y enganchado a las nuevas tecnologías, el perfil del joven actual, según Aldeas Infantiles

Un grupo de jóvenes italianas caminan por el Parque del Retiro. | EFE

EUROPA PRESS | Sevilla

Impaciente y enganchado a las nuevas tecnologías, son dos de las características del perfil del joven actual que, según una encuesta de Aldeas Infantiles, también es valiente en ocasiones, con un sentido de la justicia acentuado y con dificultades para llevar a la práctica su sentido altruista y responsable con el medio ambiente.

Para conocer el comportamiento de los jóvenes españoles ante cuestiones como la paciencia, la creatividad, las nuevas tecnologías, la escucha, el valor, la solidaridad o el respeto al medio ambiente, Aldeas Infantiles SOS ha encuestado a más de 180 profesionales de centros de Educación Secundaria.

Así, el 82 por ciento de los educadores afirma que sus alumnos son impacientes, especialmente en situaciones que no consideran de interés. Mientras, el 75 por ciento de los encuestados considera que los jóvenes se comportan con mayor serenidad en situaciones afines a sus intereses y el 35 por ciento considera que sus alumnos “lo pasan mal” si no tienen acceso a su terminal e incluso están más irritables (74%). La tecnología, concretamente la telefonía móvil es, según los docentes, un elemento detonante.

Igualmente, los profesores achacan a los videojuegos y a Internet los retrasos que, en alguna ocasión, han sufrido sus alumnos, coincidiendo, el 54 por ciento de los encuestados, en que la mayoría de los jóvenes (89%) trasnochan delante de sus pantallas, lo que les conduce a desatender sus responsabilidades escolares.

Por otra parte, preguntados sobre el hecho de que los alumnos copien en sus trabajos, más de la mitad de los encuestados (53%) ha declarado que tiende a ser una práctica habitual gracias a Internet y que lo hacen principalmente por comodidad o pereza (74%), frente a la falta de ideas propias (17%). Sin embargo, el 64,5 por ciento de los profesores cree que su uso como fuente de consulta mejora la calidad de sus trabajos, aunque el 73 por ciento reconoce que el exceso de información no permite procesarla de manera adecuada.

Saben escuchar a veces

Asimismo, los educadores consideran que los jóvenes saben escuchar “a veces”, en función del grado de interés de la conversación. En clase, el 38 por ciento de los profesores cree que sus alumnos escuchan con atención aunque reconocen que son el colectivo que menos atención acapara. Los amigos son, sin duda, las personas a quienes escuchan en mayor medida (92%), frente a sus ídolos de opinión (33%) o sus padres (11%).

Además, la entidad señala que “el coraje está presente en los jóvenes de hoy en día”, de manera habitual (13%) u ocasional (60%), especialmente en aquellas causas que defienden o consideran “injustas” (53%), como la reclamación de aspectos académicos (53%), o la defensa de algún compañero acusado de algo inmerecidamente (42,5%). Por sus compañeros están dispuestos incluso a mentir (41%) para no ser acusados de “chivatos”.

Seguidamente, el 57 por ciento de los profesores afirma que sus alumnos tienen sus móviles encendidos en clase, e incluso los utilizan para mandarse mensajes (30%). Los ordenadores del centro también son una buena oportunidad para conectarse a sus redes sociales (34%), acciones que castigan requisando el teléfono móvil (69%) o enviando un aviso a la familia (29%).

Sin embargo, consideran que sus alumnos son altruistas en la teoría (61%) pero que sus prioridades del día a día les impiden convertir sus ideales en una realidad, sumado a la falta de impulso por parte de sus familias (17%) o la sociedad (16%).

Lo mismo ocurre con la conciencia ambiental. El 61 por ciento de los profesores opina que los jóvenes son conscientes de la necesidad de preservar la naturaleza. Así, a pesar de que conocen las medidas que están en su mano (separación de residuos: 63 por ciento; hábitos de ahorro de agua: 37 por ciento, o de ahorro energético: 30 por ciento, entre otras), traspasan a su familia (21,5%) o las instituciones (20%) la responsabilidad de llevarlas a la práctica.