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La búsqueda de Ruth y José se reanuda este lunes en la finca de Las Quemadillas con la participación de arqueólogos

EUROPA PRESS | Córdoba

Las labores de búsqueda de pistas sobre el paradero de Ruth y José, los dos niños desaparecidos en Córdoba hace unos nueve meses, prosiguen este lunes en las parcelas de la finca de los abuelos paternos en Las Quemadillas, con un amplio dispositivo en el que continúan los trabajos los arqueólogos tras utilizar el georradar, como en otras fases del caso, además de haber trabajado sobre el terreno los geólogos de distintas universidades de España.

La previsión es que las labores se prolonguen al menos esta semana en las parcelas de la finca, tras dos semanas intensas en las que ha estado presente en todo momento el padre de los niños y único imputado en la causa, José Bretón, y los trabajos de los peritos han concluido sin resultados.

En concreto, las prospecciones en los terrenos con el georradar han finalizado, así como la labor de los geólogos, mientras que ahora continuarán trabajando los arqueólogos, sin que hasta ahora el dispositivo facilite resultados y pruebas, salvo el hallazgo de unos restos óseos de animales que, a juicio de la acusación particular, “no significan nada”.

Hace tres semanas el operativo extrajo de los terrenos gran cantidad de tierra y arrancó árboles, al tiempo que se ha fotografiado la zona con un helicóptero de la Policía Nacional con una cámara térmica.

Entre otras labores, los expertos de las universidades de Huelva y Córdoba y la Politécnica de Madrid han sido requeridos para realizar termografías para lo que se han servido del helicóptero con el objetivo de detectar anomalías del subsuelo por las diferencias de temperatura de los elementos, como tuberías o enterramientos.
PROBABILIDADES DE ENCONTRARLOS

No obstante, según el responsable de la empresa del georradar, Luis Alvial, “hay un 99 por ciento de probabilidades de que los niños no están en ninguna de las dos viviendas”. Y respecto a la zona del huerto, “el porcentaje de no encontrar nada es del 95 por ciento”. A ello se une la opinión del abogado de la defensa, José María Sánchez de Puerta, quien sostiene que “si después de esta búsqueda no se obtienen resultados, solo se demuestra que los niños no están aquí y perfectamente pudieron llegar al Parque Cruz Conde”.

Los trabajos de hace dos semanas se efectuaron con el uso de maquinaria pesada, como máquinas excavadoras y otros medios sofisticados, y en todo momento con la presencia del padre de los niños, quien también estuvo en el registro de la casa de dos plantas, y concluyeron sin resultados.

Aparte de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), participaron en el dispositivo miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de Policía, especializado en detectar zulos, entre otras materias; especialistas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba (UCO), y operarios del Ayuntamiento de Córdoba.
EL PLAN IDEADO POR BRETÓN

Cabe destacar que, según recoge el auto de procesamiento, el progenitor llegó a las 13,46 horas a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Durante ese espacio de tiempo, a juicio del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.

En el último auto, el juez José Luis Rodríguez Lainz relata que “si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total”.

En cualquier caso, en dicha parcela ya se ha rastreado en numerosas ocasiones, en algunas de ellas se llegaron a tirar tabiques del interior, e igualmente se ha buscado en los alrededores de la finca. Aún así, la opción de la parcela y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, según razona el togado en su escrito.