EFE | Madrid
La debilidad de la demanda nacional, en un entorno de desconfianza de familias y empresas y de ajustes presupuestarios, ha empeorado la contracción de la economía española, que entre abril y junio cayó el 0,4 %, una décima más que en el trimestre precedente.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado el agravamiento de la recesión y ha explicado que es consecuencia de una aportación más negativa de la demanda nacional, compensada parcialmente por la contribución positiva de la demanda exterior.
Esto significa que el sector exterior -que incluye las exportaciones e importaciones- ha sido el único que ha crecido, mientras que el consumo de las familias, el gasto de las administraciones públicas y la inversión empresarial y en construcción se han deteriorado aún más.
En términos interanuales la economía cae ya a un ritmo del 1 %, lo que se acerca a la contracción del 1,5 % que el Gobierno prevé para el conjunto de 2012.
La última modificación del cuadro macroeconómico oficial, del pasado 20 de julio, pronostica para este año una contracción dos décimas menor a la inicialmente calculada, si bien retrasa la recuperación a 2014, año en el que sólo continuará decreciendo el gasto de las administraciones públicas.
Frente a las previsiones del Ejecutivo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que recesión sea más profunda en 2012 y 2013 con caídas de la economía del 1,7 % y el 1,2 %, respectivamente.
El organismo achaca el agravamiento de la coyuntura económica a las últimas medidas de ajuste del Gobierno, entre las que se incluyen la subida del IVA, la disminución de las prestaciones por desempleo, la supresión de la paga extra de diciembre a los funcionarios, la eliminación de la desgravación fiscal por la compra de vivienda y la rebaja adicional del gasto de los ministerios.
Entre los aspectos negativos de los ajustes de 65.000 millones de euros hasta 2014, el FMI pronostica mayor desempleo, más inflación y menor demanda interna, mientras que destaca como positivo que mejorará la balanza por cuenta corriente y se detendrá el aumento de la deuda en 2015.
Sin embargo, duda que se consiga el principal objetivo de ese ajuste, que es situar el déficit público por debajo del 3 % en 2012, lo que no cree que se consiga hasta 2016.
A la espera de que el INE publique el próximo 28 de agosto el detalle de la contabilidad nacional que explique la evolución de la economía en el segundo trimestre, el dato avanzado hoy coincide con la estimación publicada por el Banco de España la semana pasada.
La entidad calcula que entre abril y junio el consumo de las familias ha caído el 0,5 % y la inversión empresarial, el 2,2 %, al tiempo que ha continuado el recorte del gasto de las administraciones públicas y la destrucción de empleo.
A juicio del Banco de España sólo una mayor liberalización, unida a una reducción de las trabas administrativas, podrá contrarrestar el efecto negativo que sobre la economía tendrán las políticas de austeridad presupuestaria.