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La Isla se queda sin el embalse de Vicario hasta 2015, por los recortes

Imagen del proyecto técnico de la balsa de Vicario, aún en obras. / DA

EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma

Los rigores económicos impuestos por la escasez de fondos públicos argumentados por el Ministerio de Medio Ambiente, y traducidos en pagos aplazados hasta el próximo año, obligan a retrasar hasta el 2015 la culminación de una obra hidráulica fundamental para la isla de La Palma y su sector agrario, la balsa de Vicario, en Tijarafe.

Los miembros de la Comisión de la Sequía de La Palma, constituida meses atrás para afrontar las consecuencias del invierno pasado -el más seco de los últimos 60 años, según los agricultores- fueron informados ayer de este nuevo inconveniente en la visita liderada por el director técnico de esa obra, Pedro Calderón, junto a los responsables del Consejo Insular de Aguas y del Cabildo a este embalse, ejecutado “en el 40%”, según los datos facilitados por el consejero del área, Luis Viña Ramos.

Si bien desde el Cabildo palmero se lanza un mensaje de “tranquilidad”, por la garantía de los recursos hidráulicos de cara a la presente época estival, para la organización agraria Aspa, este es “un nuevo golpe” en la línea de flotación de los intereses del sector agrario insular, dado que “los recortes vuelven a afectar a La Palma, a la que ya se le negó financiación de urgencia para reparar la Laguna de Barlovento, a lo que ahora se suma el retraso en una obra como la balsa de Vicario, que es fundamental teniendo en cuenta que no contamos con la mayor balsa de la Isla por la rotura que sufrió y que el Ministerio no atendió como debería haber sido”. Así lo explicó el presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de La Palma y miembro de la Comisión palmera de la Sequía, Miguel Martín, quien reconoció que “ni en la posición más pesimista pensamos que esto pudiera ocurrir”.

Fuentes autorizadas del Cabildo, mientras tanto, lanzaron ayer un mensaje de tranquilidad al sector agrícola bajo el argumentario de que “tenemos la seguridad de contar con agua suficiente y estamos priorizando, en el marco de la Comisión de la Sequía, obras importantes para conseguir una mayor capacidad de elevación de agua desde dos pozos en la zona noroeste de la isla de La Palma”.

La balsa de Vicario, financiada en el marco del convenio hidráulico Canarias-Estado, es para el sector agrario insular la obra prioritaria frente a las limitaciones de la balsa de Barlovento, que durante décadas ha actuado como columna vertebral del sistema hidráulico insular.

Recuerdan desde la organización Aspa que “aprovechando las infraestructuras hidráulicas existentes, tanto publicas como privadas, la balsa de Vicario es fundamental por cuanto con su ejecución se lograría conectar al anillo hidráulico y almacenar los excedentes de aguas de invierno tanto del norte de la isla y del Valle de Aridane, a través de las las aguas del Túnel de Trasvase y de la Caldera.

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No al sobrecoste energético y económico

El mayor temor de los agricultores palmeros es tener que llegar a excesos en la extracción de los 25 pozos de los que se puede bombear agua en la Isla, por lo que ello podría encarecer su actividad. La utilización del agua de los pozos lleva aparejada un elevado coste energético que repercute directamente en el precio final del agua, algo a lo que en el marco de la recesión actual, con los problemas de comercialización de las producciones insulares, no pueden hacer frente los agricultores. Los más optimistas, en la zona norte del territorio palmero, confían en el aporte de agua del sistema hidráulico que constituyen las balsas de Adeyahamen y Bediesta, la balsa de mayor profundidad y regulada por la aportación de los Nacientes de Marcos y Cordero.

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