La oposición acusa a España de cambiar de opinión sobre las ventas militares por intereses económicos

EUROPA PRESS | Caracas

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) –coalición opositora– ha acusado al Gobierno español de cambiar de opinión sobre la venta de material militar a Venezuela “por intereses económicos”, en alusión a las declaraciones del ministro de Defensa, Pedro Morenés, en las que calificó al presidente venezolano, Hugo Chávez, de “gran amigo”.

El secretario ejecutivo adjunto de la MUD, Ramón José Medina, ha considerado que “las recientes declaraciones del ministro de Defensa solo confirman que en política exterior no existen aliados, sino intereses”, apuntando que en este caso son “meros intereses económicos”.

Medina ha recordado que “hace poco tiempo el presidente venezolano había sido considerado por el actual presidente español, Mariano Rajoy, como una de las ‘amistades más peligrosas’ de su predecesor en el cargo, José Luis Rodríguez Zapatero”.

Así, el líder de la MUD ha vinculado las declaraciones de Morenés a la presencia de una delegación de Navantia –empresa española de material militar– en Venezuela “para intentar vender nuevos productos al Gobierno de Chávez”.

El dirigente opositor también ha advertido de que “el Gobierno español no es el único –ni quizás sea el último– que cambie de opinión según sus intereses económicos”, según el comunicado difundido por la MUD.

Por otro lado, ha denunciado que “mientras los petrodólares mantengan la botija llena, el comandante (Chávez) seguirá utilizándolos para satisfacer sus delirios bélicos, olvidando las necesidades reales de los venezolanos”.

La MUD es una coalición de fuerzas opositoras cuyo candidato, Henrique Capriles, es el principal rival de Chávez en las elecciones presidenciales que se celebrarán en Venezuela el próximo 7 de octubre, en las que el líder socialista aspira a sumar otros cuatro años a su mandato de 12.

Según el último sondeo sobre intención de voto, de Hinterlaces, Chávez cuenta con un 47 por ciento de apoyo, que asciende al 61 por ciento sin incluir a los indecisos, mientras que Capriles cuenta con un 30 y un 39 por ciento, respectivamente. El número de indecisos ha subido al 20 por ciento.