EFE | Las Palmas de Gran Canaria
La destrucción de empleo que se registra en Canarias desde hace años está llevando a la pobreza a familias enteras que representaban a la clase media de las Islas, tal y como ha comprobado Cruz Roja, que ha incrementado, por esta situación, sus intervenciones sociales en un 10,7 %.
Así se destaca en la memoria 2011 de la organización humanitaria en Canarias, que ha asistido en el último año a 46.489 personas en materia de intervención social a través de los 54 proyectos que desarrolla en las Islas.
Y es que, según ha destacado hoy a Efe el presidente en funciones de Cruz Roja en Canarias, Gerardo Mesa, la emergencia social que ha generado esta crisis económica en las Islas obliga a “buscar ayuda para comer” a familias cuyos integrantes han perdido sus trabajos y también sus subsidios por desempleo, que, sin embargo, tienen que seguir pagando hipotecas y letras del coche.
Mesa ha explicado que, antes de que esta mala coyuntura económica comenzara a generar estragos sociales, Cruz Roja atendía a “gente marginal, drogadictos o alcohólicos”, mientras que ahora presta ayuda “a personas que han perdido su trabajo”.
También acuden ahora a Cruz Roja en Canarias personas que llegaron a las Islas procedentes de Sudamérica y de países europeos atraídas por el ‘boom’ de la construcción, que han asentado aquí sus vidas, muchos de ellos formando familias, y que ahora se ven “sin nada” tras perder sus empleos.
Esas personas no saben adónde ir, adónde correr, ni a quién acudir porque no cuentan con un entorno familiar que les ayude, al que sí pueden recurrir los naturales de las Islas, ha destacado Mesa, quien ha admitido que han sido muchos los que se han vuelto a sus países de origen, algo que se palpa en islas como Fuerteventura, cuya población ha caído en decenas de miles de personas desde 2008.
Para compatibilizar la pérdida de ayudas económicas, que en ámbitos como la atención a inmigrantes se han quedado “en cero euros”, con esta emergencia social Cruz Roja ha tenido que despedir a personal propio y reorientar su actividad y sus recursos humanos, los que proporciona el voluntariado, para poder seguir haciendo casi las mismas cosas “sin gastar dinero”.
En este marco de austeridad, la organización humanitaria también ha mancomunado servicios que prestaban asambleas locales, que ahora dependen de una comarcal, como ocurre en Granadilla de Abona (Tenerife), lo que permite ahorrar costes en los servicios que se ofrecen a los usuarios.
Mesa ha destacado la labor que en estos momentos realizan los voluntarios de Cruz Roja, ya que están cubriendo servicios que antes desarrollaba personal contratado, como ocurre con la asistencia sanitaria que la organización prestará este verano en la isla de Lobos.
En opinión de Gerardo Mesa, la pobreza en la clase media canaria “se va a incrementar mucho más” si continúa la destrucción de empleos, lo que está haciendo que cada vez haya más gente “necesitada de lo básico, la comida”.