EL DIARIO DEL COACH > Andrés Brito

‘La Roja’ > Andrés Brito

Ganamos. Pero ¿por qué? ¿Ha sido fruto de la suerte, del adiestramiento, del acierto de los jugadores estrella, de la pericia del entrenador, del apoyo incondicional de los hinchas, de un mal día del equipo contrincante? ¿O acaso el secreto del éxito de La Roja radica en todo eso… y en algo más? No importa qué escuela de negocios, libro de inspiración o gurú de la mente positiva consultes. Todas estas fuentes te remitirán a los mismos principios para conseguir lo que se quiere: visualizar con convicción un objetivo medible, sistematizar un plan temporalizado de acción y… ¡ponerse en marcha!

Si falta alguno de estos pilares será prácticamente imposible alcanzar la meta deseada. Los jugadores de nuestra selección no son distintos: también han desarrollado estos pasos con mucho detalle y una buena dosis de estímulo. De hecho, lo han publicado en un libro en el que cuentan vivencias que, más allá de la mera anécdota, nos sorprenden porque nos descubren un potentísimo enfoque en ganar los campeonatos en los que han participado empleando todo tipo de estrategias de motivación: desde empapelar las paredes de las habitaciones con pósteres plagados de frases positivas hasta generar pequeños “rituales” comunes tales como usar un determinado corte de pelo, dejarse el mismo tipo de barba, emplear muñequeras del mismo color o lanzar su grito de guerra antes de saltar al césped. Todo ello les ha proporcionado un sentido fortísimo de pertenencia al grupo y un alineamiento a los mismos objetivos.

Los equipos basan su eficacia en pactar una alianza enfocada a una visión, una misión y unos valores compartidos. Es más: el primer trabajo que es necesario desarrollar cuando dicho equipo se constituye consiste, precisamente, en plasmar un acuerdo muy claro sobre este pacto basado en un coliderazgo en el que cada participante aporta un particular bien al conjunto. De esta manera se forma un sistema único que será tan eficaz como lo sea la alianza entre sus componentes. Las metas individuales se difuminan en pro de alcanzar aquello para lo que el sistema se ha constituido.

En el caso de nuestra selección de fútbol es emocionante escuchar a Vicente del Bosque afirmar: “Creo que podemos dar entusiasmo a la gente en un momento de dificultad. Nos interesa trasladar valores como la sencillez y la humildad, dando una imagen de gente normal, de buenos futbolistas”. Como ves, son cosas mucho más importantes que ganar.

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