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Oposición al cierre de una calle para fines privados

El casco histórico de Garachico está declarado BIC. / MOISÉS PÉREZ

G. GULESSERIAN | Garachico

Varios vecinos han presentado diversos escritos en el Ayuntamiento de Garachico con el objetivo de exponer su negativa a que se utilice la prolongación de la calle Juan González de la Torre para la instalación de mesas y sillas, así como la celebración de eventos, desde las 17.00 horas y, en los días que se autoricen, hasta pasadas las 23.00 horas.

Un grupo de habitantes de esta zona del casco garachiquense se quejan del aumento de los ruidos y de la imposibilidad de conciliar el descanso con las actividades a desarrollar. Aseguran que así se lo han hecho saber al alcalde, José Heriberto González, como consecuencia del oficio que el Ayuntamiento les ha enviado ante el inicio del expediente, en el cual el Consistorio les pone en conocimiento de que se pronuncien sobre el siguiente asunto: “Utilización de espacio público para instalación de terraza”.

Muro de piedra

En este escrito también los vecinos manifiestan su repulsa a la posibilidad del desplazamiento de mesas y sillas al parque de Puerta de Tierra, donde, según los afectados, “se tiene la intención de desmontar un muro de piedra al lado derecho de la calle que sirve de soporte de la terraza-jardín que ahora existe y que fue concebido en la primera actuación que se tuvo sobre el parque en los años 80”.

Por todo ello, este colectivo de vecinos hace un llamamiento al área de Patrimonio del Cabildo de Tenerife, quien debe otorgar el informe vinculante para la licencia, para que en el examen del expediente tenga en cuenta este tema ya que se puede actuar sobre un área “muy sensible” del conjunto histórico de Garachico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Los vecinos también le han hecho saber al mandatario municipal que tanto personalidades del pueblo como guías turísticos se han quejado porque “han invadido” uno de los sitios más encantadores que le ofrecen al turismo.

De igual manera, le han trasladado al alcalde que en esta zona hay personas con más de 80 años con tratamientos médicos para el insomnio y demás enfermedades añadidas a la edad “que no pueden conciliar el sueño y descansar como corresponde debido a estas nuevas actividades”.