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Sobresalto a la italiana

Los diez alumnos del ciclo formativo del IES Puerto de la Cruz, junto a su profesor, durante su viaje a la ciudad italiana de Vicenza. | DA

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Los pilló en plena clase de italiano y aunque el susto fue grande, sólo se quedó en eso. El 20 de mayo es un día que no se le olvidará fácilmente a diez alumnos del ciclo formativo de grado medio Técnico en Instalaciones de Telecomunicaciones del IES Puerto de la Cruz. Estaban en Vicenza, Italia, a unos 150 kilómetros de la ciudad de Módena, epicentro del terremoto ocurrido al norte del país que dejó como saldo varias personas fallecidas.

Airan Expósito y Miguel Ángel González fueron dos de los estudiantes elegidos para realizar las prácticas de empresa en Italia, tal y como contempla el programa europeo de movilidad Leonardo, del que el centro educativo se beneficia desde hace cuatro años, previa solicitud y aprobación del Organismo Autónomo de Programas Europeos.

Acompañados por Emilio Matamoros, su profesor de Domótica y Circuito Cerrado de Televisión, recién comenzaban su estadía en la ciudad. Fue la profesora de Italiano quien al mirar hacia atrás, les dijo inmediatamente: “Chicos, fuera”. “Hasta ese momento no entendíamos estaba pasando”, cuenta Miguel Ángel, pero a los cinco segundos empezaron a sentir la vibración. “Como estábamos todos juntos, en una mesa alargada, yo pensé que era una broma de los alumnos, que la movían de lado a lado”, comenta Matamoros, quien confiesa que “se mareó como si hubiese estado en un barco una semana”.

Subieron las escaleras, ya que estaban en un bajo y, casi sin darse cuenta, estaban en la calle. Eran cerca de las diez de la mañana y podían ver cómo desalojaban a las personas de los edificios y viviendas cercanas “porque decían que era más seguro que estar adentro”.

Pasado el sobresalto, la profesora les dio una serie de recomendaciones básicas, como ponerse debajo de una puerta. En realidad, dicen que sus familias, “estaban más preocupados que ellos”, porque las noticias que llegaban Tenerife acerca de lo ocurrido “eran muy fuertes”.

Diferencias

Por suerte, no fue más que un susto y los alumnos pudieron continuar las prácticas sin inconvenientes. En este sentido, indican que había algunas diferencias respecto al modo de trabajo y señalan, como curiosidad, que en Vicenza el ancho de banda es de tres megas porque, al ser una ciudada declarada Patrimonio de la Humanidad, no se pueden tocar las fachadas de los edificios para tender cableados. Tampoco se puede hacer de forma subterránea, ya que es “una ciudad construida sobre otra ciudad”. De hecho, dicen que hay una ley que prohíbe restaurar un inmueble cuando se rompe; “hay que dejarlo como está”. Pese a ello, subrayan que la experiencia ha sido “muy positiva” y alientan a otros alumnos a salir fuera porque es una oportunidad que no sólo permite aprender otro idioma sino ver la manera en la que se trabaja en otros países, conocer gente y viajar. Una experiencia enriquecedora que, tanto alumnos como profesores, recomiendan. Es más, bromea Matamoros, Vicenza está bien situada y eso nos permitió conocer lugares como Venecia, Verona y Padua, “ciudades ideales para que vuelvan de luna de miel”.