Tengo la suerte de conocer bien la Federación Canaria de Municipios gracias a los años que desempeñé el cargo de alcalde de Buenavista, en los que también tuve responsabilidades en la Federación. Sé bien, por tanto, lo que significa comprometerse con el municipalismo como criterio de base para la acción política, y desde el Área de Bienestar, Sanidad y Dependencia hemos querido que ese municipalismo sea el eje que vertebre el Proyecto de Actuación Social que actualmente estamos elaborando.

Desde hace unos meses, venimos trabajando en iniciar un proyecto que, tomando como referencia ineludible las propias demandas de los municipios, sirva para distribuir los recursos disponibles desde el Área de la forma más ajustada a sus necesidades. Hemos mantenido encuentros con los concejales y técnicos de asuntos sociales de todos los Ayuntamientos, tanto de forma conjunta como por comarcas, así como con la Fecam y el IASS, para consensuar una serie de criterios que sirva de base a este proyecto.

Aprovecho para expresar mi satisfacción y agradecimiento por la alta implicación que hemos encontrado en los políticos y en los profesionales de los municipios.

En estos momentos de tantísima dificultad, sabemos bien que el Ayuntamiento es la Administración que más presión soporta, porque es la más próxima a los ciudadanos. Los que han recortado el Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales (a la mitad, nada menos) desde un despacho ministerial en Madrid no han visto la cara del vecino que acude a las dependencias de atención social de su Ayuntamiento en busca de una ayuda para hacer la compra, pagar la luz o buscar una plaza en una guardería pública. Pero los alcaldes y los concejales sí la ven, conocen a ese ciudadano con su nombre y apellido, con su historia, y saben la angustia que genera verse sin recursos para atender a esas personas.

El Cabildo Insular de Tenerife no tiene los recursos para llenar el hondo hueco que ha dejado el serruchazo en el Plan Concertado, ojalá los tuviera, pero lo que sí tiene es la firme voluntad de no dejar a los Ayuntamientos en la estacada ante esta situación. Por eso estamos trabajando con tanto ahínco en que los Ayuntamientos tengan un papel destacado en el Proyecto de Actuación Social, porque son ellos los que conocen, mejor que nadie, qué problemas afrontan los ciudadanos cada día y de qué forma se les puede dar respuesta. El Cabildo quiere liderar este proyecto en calidad de primera institución insular, y es nuestra firme determinación darle continuidad en los años venideros, hasta convertirlo en un verdadero Plan Insular de Bienestar Social.

Ése es el instrumento del que ha carecido la Isla en los últimos años, un plan global que aglutine las necesidades en materia de atención y bienestar social para toda la Isla, de forma que se garanticen unos mínimos de equipamientos y recursos en función de los requerimientos expresados por los municipios y las comarcas. Sólo así estaremos en disposición de dotar a la Isla del anillo insular de políticas sociales que tanto necesita.

Con el Proyecto de Actuación Social estamos poniendo los cimientos de lo que esperamos sea el futuro edificio del bienestar social en la Isla, contando con los Ayuntamientos como los arquitectos de esta construcción.

Aurelio Abreu Expósito es Vicepresidente y consejero de Bienestar, Sanidad y Dependencia del Cabildo Insular de Tenerife / Senador por la Isla