EFE | Granada

Un matrimonio de Peligros (Granada) con un hijo ha evitado la orden de desalojo que pesaba sobre ellos después de que, bajo la mediación del grupo Stop Desahucios del movimiento 15M, hayan logrado que el Banco Santander cancele la ejecución, prevista para hoy, aceptando la dación en pago.

El matrimonio entregará las llaves de la vivienda saldando así la deuda pendiente con la entidad, que ascendía a 120.000 euros con intereses, ha informado hoy Stop Desahucios en un comunicado.

El acuerdo ha llegado después de meses de propuestas rechazadas y de una concentración de protesta que frenó el primer intento de desahucio el pasado 3 de julio.

El Banco Santander ha suspendido finalmente el desahucio de esta familia de Peligros, cuya ejecución estaba prevista para hoy a las 9.45 horas y contra la que el 15M ya había convocado una nueva concentración a las puertas de la vivienda como la que organizó para impedir la primera.

En virtud del acuerdo, la entidad acepta la dación en pago “retroactiva” como forma de saldar la deuda hipotecaria que los intereses y costas habían elevado a 120.000 euros.

A pesar de que el banco ya se había adjudicado la casa, esta fórmula ha sido posible porque “el acuerdo se retrotrae al momento anterior a la subasta para que figure como una entrega del inmueble”, ha explicado Pepe Iglesias, miembro de Stop Desahucios.

La entidad ha terminado aceptando la última de las cinco propuestas que el 15M había realizado durante este año a través del grupo a los servicios jurídicos del banco.

Para el grupo, aunque el matrimonio y su hijo, menor de edad, han tenido que dejar la vivienda, se trata de “un mal menor”.

La solución alcanzada incluye a los padres, que actuaban como avalistas y cuyos bienes no se tocarán, lo que el grupo Stop Desahucios siempre había exigido en todas sus propuestas.

Se trata de la segunda dación en pago que firma el movimiento 15M en Granada.

El matrimonio formado por Ana y Rubén compró en 2007 la vivienda de Peligros entregada ahora para la dación en pago con la intención de vender la que tenían en Chauchina y así pagar una nueva hipoteca más baja y vivir en el pueblo junto a su familia.

Al no poder realizarse la venta, el Banco Santander se adjudicó la primera y la de Peligros cuando el matrimonio se quedó en paro y no pudo hacer frente a las cuotas de 900 euros mensuales.