CAROLA SOLÉ Y LAURA BARROS (EFE) | Caracas
El candidato de unidad de la oposición a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, se considera parte de “un nuevo liderazgo” que tiene la responsabilidad de “darle un cambio histórico” al país derrotando en las urnas al presidente, Hugo Chávez, el próximo 7 de octubre.
“Tengo en mi responsabilidad o en mis manos el realmente darle un cambio histórico a nuestro país”, declaró Capriles en una entrevista con Efe, cuando falta poco más de mes y medio de una campaña en la que se ha concentrado en señalar al chavismo como lo “viejo” después de 14 años consecutivos en el poder.
Hablando pausado y gesticulando con sus manos, Capriles afirmó que es parte “de un nuevo liderazgo” opositor.
“Está en mi espalda el éxito para que podamos tener realmente un país (…) moderno como queremos los venezolanos”, añadió un dirigente que, a sus 40 años, exhibe entre sus logros haber sido el presidente más joven de la extinta Cámara de Diputados y vicepresidente del Parlamento.
Con un palmarés político impecable de cinco victorias en igual número de procesos electorales que le han llevado a ser diputado, alcalde, gobernador y ahora candidato de la oposición, describe su carrera hacia la Presidencia venezolana como una “lucha de David contra Goliat”.
“Es parte del momento histórico y parte de lo que significa para nosotros este proceso, que es derrotar todo el abuso, todo el uso de los recursos públicos, todas las instituciones, todo el aparato del Estado”, declaró, al criticar que no haya “ningún poste de luz en el país sin un afiche” de Chávez.
Y pese a que en la mayoría de los sondeos las cifras no le son favorables, manifestó que ganará las elecciones con una ventaja de más de dos millones de votos.
“Todos sabemos cuáles son los números reales. Y en el peor escenario nuestro, hoy es una competencia cerrada (…) El día 7 de octubre, yo no veo un final de fotografía, un final cerrado”, acotó el líder opositor, con su ahora famosa gorra con el tricolor de la bandera venezolana que ha sido cuestionada por el poder electoral.
“Yo veo una victoria el 7 de octubre no por 200.000 votos sino por mucho más (…) Yo creo que nosotros vamos a llegar a un resultado electoral del 7 de octubre donde la diferencia sea, puede llegar a ser, 10 puntos porcentuales (…) Puedes hablar de casi dos millones de votos de diferencia”, sentenció Capriles, para quien cada punto porcentual de diferencia representa “unos 200.000 votos”.
Con esa confianza y “calor”, que, dijo, va “agarrando” en sus visitas casa por casa que le han llevado a recorrer más de 170 localidades en todo el país, advirtió de que el de Chávez “es un ciclo que duró 14 años” y “una etapa que queda atrás”.
“Para mí el 7 de octubre es una tormenta perfecta, yo creo que están dadas todas las condiciones para que nosotros demos un paso hacia delante”, añadió Capriles, al indicar que el Gobierno hoy le recuerda “a la oposición hace 10 años atrás”.
La oposición “hace diez años no tenía rumbo, estaba desacertada, no tenía propuestas, no tenía sus propios planes, era muy sostenida sobre el propio Gobierno”, declaró el candidato presidencial.
Observó que en la actualidad Venezuela está “estancada” en temas como la educación, la salud, la vivienda, la economía e incluso la producción petrolera.
“En nada hay crecimiento, hay dos cosas en las que ha habido crecimiento en los últimos años: la delincuencia, las cifras de homicidio que todos los años crecen, y la inflación”, sostuvo, al resumir esta gestión de Chávez.
Apuntó que no cree en las cifras oficiales, que señalan un crecimiento económico del 5,6 % el primer semestre y la reducción en casi 10 puntos de la inflación en ese periodo en relación con el mismo periodo del año pasado, ya que, a su juicio, son “maquilladas”.
No tuvo, sin embargo, “prejuicios” en reconocer el acento que la actual gestión puso en los asuntos sociales.
“Yo recojo algo positivo, que es que el tema social tiene que estar de primer lugar en la agenda, y eso es algo que el Gobierno colocó en la agenda y eso es importante”, afirmó Capriles, quien se definió como “progresista” y de “centro hacia a la izquierda”, pues, a su juicio, en Venezuela nunca ha gobernado la derecha.
Hacia el futuro visualizó que, de llegar al poder, su Gobierno será de “verdadera unidad nacional”, en el que “probablemente puede haber personas que hoy están en el seno del Gobierno”.
En torno a su rival y hoy presidente, vaticinó que el proceso que encabeza “quedará atrás”.
“Yo lo veo fuera del poder, sin duda alguna, por la vía democrática”, sentenció Capriles, quien, por anticipado, señaló “que sea él” o “sea el que sea oposición, bienvenido sea”.