JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife
Dos años consecutivos en Segunda División B y la crisis tenían que pasar factura. El CD Tenerife no podrá presumir esta campaña, a menos que la dinámica cambie mucho, de ser un club de Segunda B con masa social de Segunda.
Miguel Concepción, presidente del CD Tenerife, reconoció ayer que están a un paso de superar la barrera de los 3.500 pases vendidos, una cifra muy lejana a los 9.000 abonados del curso pasado. O lo que es lo mismo: el 33 % menos que el año de la vuelta a Segunda B.
Quizás el dato más esperanzador para la entidad es que arrancará lejos del Heliodoro Rodríguez López, por lo que muchos aficionados esperan a que llegue la primera jornada en casa para sacar su pase y de este modo poder asumir dicho gasto a principios del mes de septiembre.
El CD Marino no ha anunciado el número oficial de abonos, aunque la marcha de su campaña no va demasiado bien, algo que intentan paliar con las entradas que se puedan vender para presenciar el primer duelo liguero contra el CD Tenerife.
En el lado contrario aparece el Cádiz con sus 6.400 socios. Después de la decepción que supuso no ascender a Segunda a pesar de acabar líder de su grupo el curso pasado, los seguidores amarillos han vuelto a mostrar su fidelidad. Al jugar en casa en su estreno esa cifra puede ser muy aproximada a la final una vez acabe la campaña de pases. El Oviedo, con 5.000, confía en llegar incluso a los 7.000 en su arranque en el Tartiere.