EFE | Washington
Curiosity realizó ayer su primer paseo por la superficie marciana, según informó la NASA en una de sus cuentas de Twitter sobre la misión, en donde ha hecho pública una imagen de las huellas dejadas por el rover en el planeta rojo. Dos semanas después de su llegada a Marte y tras comprobar el funcionamiento de algunos de sus instrumentos, la NASA había programado para este miércoles el primer desplazamiento de Curiosity.
La agencia espacial estadounidense señalaba que la intención es que el robot “avance unos tres metros y luego gire y retroceda un poco menos”. La huellas en la imagen muestran que se logró el objetivo, pero la NASA no se ha pronunciado hasta el momento del cierre de esta edición al respecto.
Por su parte, se ha informado de que el sensor de viento del robot Curiosity de la NASA, desarrollado en España, se estropeó en el aterrizaje al chocar contra una roca en el descenso, según confirmó ayer el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Felipe Gómez. En este sentido, la agencia espacial estadounidense ha señalado que el rover tiene otro sensor en perfecto estado, de manera que este suceso no interferirá en la misión.
En declaraciones a Europa Press, uno de los investigadores participantes en el desarrollo del sensor, Luis María Castañer, explicó que “el chip tenía dos sensores para medir en tres direcciones, por lo que gran parte de su funcionamiento será respetado”.
En cuanto a la avería, el científico apuntó que “todavía no se sabe si lo que se ha dañado son las conexiones, el ensamblaje o el boom -pitorro que sobresale y donde están los sensores-”. “Pero, pese a lo sucedido, lo conseguido hasta ahora sigue siendo un éxito”, remarcó Castañer.
El sensor, desarrollado en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), forma parte del instrumento español REMS cuyo investigador principal es Javier Gómez Elvira. El instrumento REMS controla la temperatura del aire y de la tierra, la presión del aire, el viento y otras variables cada hora.
En este sentido, Gómez Elvira indicó que se va “a aprender acerca de los cambios en Marte en el día a día y temporada a temporada”. De hecho, gracias a que Curiosity tiene otro sensor que funciona correctamente, en los próximos días se podrán obtener los primeros datos acerca de la meteorología del planeta rojo.
La NASA explicó que, en un típico día marciano, basado en las mediciones del robot durante las dos últimas semanas, la temperatura del aire oscila entre los tres hasta -91 grados centígrados.
Días de 40 minutos más
Esta misión no deja de asombrar a todos los que la siguen pues el director de vuelo del Curiosity, el ingeniero de la NASA David Oh, ha tenido que cambiar su horario habitual por el de Marte, en donde los días duran 40 minutos más. Según explicó, su familia también se ha adaptado a su nueva forma de vida para que no le resulte “tan complicado”. Oh argumentó, durante una entrevista a una radio estadounidense, que quería hacer este cambio con su familia para “vivir la sensación de ser parte de la gran aventura” marciana que se ha puesto en marcha.
Así, el día a día de la familia Oh es más largo que el del resto de personas que viven en la Tierra y “ha llegado a un punto en que es completamente al revés” indicó la mujer de Oh, Melissa, que apuntó que tras la entrevista, que se produjo a las 10.00 horas, la familia se iría a la cama. Los tres hijos del ingeniero (entre los 13 y los ocho años) están viviendo la experiencia “como un momento verdaderamente mágico”, expresó el progenitor.
De hecho, el hijo mayor de la familia, Braden, ha creado un espacio en Tumblr en el que cuenta cómo es su nueva vida. “Nos vamos a jugar a los bolos a las cuatro de la mañana” o “vamos a la playa a las once de la noche”, explican algunas de sus entradas que nada tienen que ver con la ciencia.