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Diploma olímpico para el tinerfeño Andrés Mata, que fue sexto en 77 kilos

El haltera lagunero Andrés Mata, durante su actuación en los Juegos Olímpicos de Londres. | EFE – RTVE


EFE | Londres

El joven haltera lagunero, de 19 años, Andrés Eduardo Mata, se convirtió ayer en el mejor tinerfeño clasificado en la historia de una Olimpiada, al lograr un sexto puesto y con él un diploma olímpico, tras liderar la clasificación en el Grupo B de la categoría de 77 kilos de halterofilia masculina, cuyas medallas se decidieron por la tarde en el Grupo A, en la que tres de ocho participantes no superaron el registro del tinerfeño por la mañana.

Mata, venezolano de nacimiento, que es subcampeón del mundo júnior de la modalidad de dos tiempos, fue el mejor en el Grupo B con 338 kilos totales: 150 en arrancada y 188 en dos tiempos, batiendo con ello el récord de España absoluto. Intentó luego los 190 kilos, pero no pudo con ellos. Tras él acabaron el nigeriano Felix Ekpo (331) y el kazajo Kirill Pavlov (322).

Luego por la tarde, el chino Lu Xiaojun ganó, con dos nuevos récords mundiales, la medalla de oro. El actual campeón mundial se hizo con el oro tras batir las plusmarcas mundiales tanto de arrancada (175) como del total(379). En dos tiempos alzó 204. Tras él acabó otro chino de idéntico apellido y sin parentesco, Lu Haojie, campeón nacional, con 360 kilos totales (170+190), mientras que el cubano Iván Cambar completó el podio con la medalla de bronce (155+194=349).

Solo cuatro años

Andrés Mata solo practica la halterofilia desde hace cuatro años y ya era un mérito clasificarse para una Olimpiada, cuanto más competir al más alto nivel y convertirse, por lo pronto, en el tinerfeño mejor clasificado en unos Juegos -Mario Pestano ha sido noveno-. Acaba de iniciar su carrera en la halterofilia, pero ya compite con los mejores levantadores del mundo. Es uno de los productos de la inagotable cantera de la Escuela Tinerfeña de Halterofilia, y el único participante español en este deporte junto a la veterana Lidia Valentín, que empieza a competir mañana.

Quizás sea por su juventud, pero Andrés es sincero y directo cuando afirma que él se presentaba en los Juegos de Londres sin los objetivos claros: “Intentaré quedar entre los diez primeros, pero si no llego tampoco pasa nada. Voy a ver cómo es el ambiente, cómo compite la gente, cómo levantan, cómo entrenan… Y a aprender. A aprender mucho viendo lo que hacen y dentro de un ambiente sobrecogedor como son unos Juegos Olímpicos”. Si bien tampoco descartaba “lograr un diploma olímpico”, como finalmente obtuvo.

Participar en Londres 2012 ya era para él el mayor logro de su carrera deportiva, aunque “no me he preparado solo para la Olimpiada, al tener que pasar antes por el Europeo Júnior” y en la cita londinense, según cuenta, “he dado la mano a más gente que en toda mi vida”, encantado de compartir villa olímpica con tantos deportistas de renombre, en el que él ya comienza a hacerse un nombre, al menos en el deporte tinerfeño, en el que desde ayer ya ha escrito parte de la historia, al convertirse en nuestro primer diploma olímpico.