sucesos>

Dos informes dan vuelco al caso de Ruth y José al identificar restos de niños

EFE | Madrid

Dos nuevos informes antropológicos, uno encargado por la madre de los menores desaparecidos el 8 de octubre de 2011 en Córdoba, y otro por la Policía Nacional, han concluido que los restos hallados en una hoguera en la finca paterna de Las Quemadillas pertenecen a niños.

Las conclusiones de ambos informes suponen un vuelco en la investigación sobre el paradero de los hermanos Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, ya que contradicen el primer informe de la Policía Científica que el 11 de noviembre determinó que los restos encontrados un mes antes eran “huesos de pequeños animales, no existiendo huesos procedentes de restos humanos”.

Así lo ha asegurado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una rueda de prensa tras conocerse hoy los resultados de un segundo dictamen encargado por la familia de Ruth Ortiz, madre de los niños, al antropólogo Francisco Etxeberria Gabilondo, subdirector del Instituto Vasco de Criminología.

En este segundo informe Etxeberria, que ha trabajado en el estudio de las fosas comunes de la Guerra Civil o en los restos de Salvador Allende, concluyó el pasado 17 de agosto que los restos pertenecían a “seres humanos inmaduros”.

Ante la contradicción de estos dos informes, el ministro ha revelado que la Policía decidió encargar un tercer estudio a José María Bermúdez de Castro, codirector del equipo científico de los yacimientos de Atapuerca y “uno de los mejores expertos del mundo en antropología dental”.

Bermúdez de Castro aseguró el pasado día 22 que los restos corresponden a “al menos un niño de 6,22 años” con margen de error de edad de más o menos 43 días.

Otro de los puntos coincidentes entre los dos informes de los antropólogos es que la temperatura que alcanzó la hoguera donde se encontraron los restos entre el 10 y el 11 de octubre se situó en los 650 grados y pudo llegar a alcanzar los 800 grados, a lo que pudo contribuir, ha dicho el ministro, la existencia de una placa metálica.

De confirmarse la veracidad de estos dos informes frente al inicial de la Policía Científica el ministro ha dicho: “Estaríamos hablando de un error científico”.

“Aplicaría la máxima de que el mejor escribano comete un borrón”, ha destacado Fernández Díaz tras resaltar que el prestigio de la Policía Científica “es muy notable” y que hay que esperar al resultado de las nuevas diligencias ordenadas por el juez “para averiguar la verdad de lo sucedido”.

Precisamente el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, ha solicitado dos “peritaciones dirimentes con carácter morfológico” para que sean contrastadas con el informe presentado por la familia materna, según ha señalado José María Sánchez de Puerta, abogado de José Bretón.

El letrado ha añadido a las puertas del juzgado que mañana a las 9.00 horas está prevista una “nueva indagación” en la finca propiedad de la familia Bretón con la presencia del único imputado en la causa, el padre de los menores.

José Bretón, en prisión desde el 21 de octubre, se encuentra “totalmente sorprendido” con las novedades del caso y califica de “barbaridad” y “falso” el dictamen encargado por la familia materna, según ha comentado su abogado tras visitarle en la prisión de Alcolea (Córdoba).

Por su parte, la familia materna no ha querido culpar a la Policía del posible error cuando descartó la presencia de restos humanos y ha elogiado a los investigadores que nunca han parado de buscar a los niños en Las Quemadillas.

También pide cautela el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, quien sin embargo ha dicho a Efe que, de confirmarse que el primer informe era erróneo, “la Policía quedaría en muy mal lugar”.

Bretón, imputado por detención ilegal y simulación de delito, siempre ha negado relación alguna con la desaparición de sus hijos asegurando que los perdió en el parque Cruz Conde de Córdoba, versión que nunca ha creído la Policía, que realizó al menos cuatro inspecciones en la finca donde llegó a emplear excavadores y georradares.