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Montoro y su equipo > Francisco Pomares

Los ministros Soria y Montoro han protagonizado un desacostumbrado episodio de desautorizaciones mutuas en relación con la forma de enfocar la superación del déficit tarifario de las eléctricas, un enorme agujero que se debe a las compañías y que debe compensar la diferencia entre lo que cuesta generar, trasportar y vender la energía eléctrica y lo que realmente se cobra. Durante años, el Estado ha exigido a las eléctricas que mantuvieran las tarifas por debajo del coste, para evitar repercutir en la factura de la luz. La diferencia no era grande, pero afecta ya a centenares de millones de facturas emitidas a lo largo de muchos años, y lo que se debe a las eléctricas suma hoy unos 24.000 millones de euros, una cantidad enorme. Por decisión del Gobierno, recogida en Ley, ese agujero debe quedar resuelto antes de que finalice el próximo año. Soria ha planteado un diseño de reforma energética (siempre que hay que pagar más lo llaman reforma), que pasa por distribuir la carga del déficit entre los consumidores -a los que ya se les han aplicado dos subidas de la factura-, el Estado y las empresas. El problema es que Soria pretende aplicar una tasa adicional a las nucleares y a las hidroeléctricas, entre otras medidas, como la invención del céntimo verde, con el que se penaliza también a las empresas productoras de gas, o las nuevas tasas del 11 % a la energía eólica y del 19 % a la fotovoltaica. Y eso es lo que parece haber provocado la reacción de Montoro, que ha asegurado que hasta que él lo decida, la reforma de Soria no saldrá adelante, diga Soria lo que diga. Soria ha estado bastante más moderado en su respuesta a Montoro. Se ha limitado a contestarle -también públicamente-, recordando que es él quien tiene en el Gobierno las competencias sobre electricidad, y que será el Gobierno -colegiadamente- el que dé el visto bueno a la reforma.

Debe haberse mordido la lengua, porque Soria dispone de argumentos más que sobrados para desautorizar a Montoro en este asunto, empezando por el de su evidente parcialidad: Montoro fundó hace seis años Equipo Económico, una empresa en la que participaban su hermano Ricardo, el actual ministro de Economía, Luis de Guindos, y otros altos cargos vinculados a Presupuestos y Comercio.

La empresa ejerce actualmente como lobby de firmas energéticas, particularmente de empresas dedicadas a la energía fotovoltaica, cuya actividad Soria pretende cargar con una tasa cercana al 20 %. Montoro vendió su participación en la sociedad, pero en ella permanecen tanto su hermano Ricardo como el hermano de su jefe de gabinete, Felipe Martínez Rico. De hecho, la empresa es conocida en ambientes energéticos como Equipo de hermanos.